Usted está aquí: miércoles 10 de mayo de 2006 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Préstamo a Pemex: ¿más agua para el molino azul?

La enésima mentira de Calderón

En puerta otra atrocidad foxista

HASTA LAS voces que repetían como letanía ¡represión!, ¡represión! se silenciaron, horrorizadas frente a la brutalidad de los órganos policiacos del Estado, y tratan de ocultar con reflexiones tardías el verdadero rostro del gobierno panista.

EL ARGUMENTO reiterado es el de la aplicación de la ley por parte de "la autoridad", y con base en ello dejan impune el crimen, la violación y, sobre todo, el mensaje claro de que el candidato de la derecha está muy lejos del triunfo electoral, y que este gobierno está dispuesto a cualquier atrocidad para mantener el poder.

DESGRACIADAMENTE PARA ellos, los hechos demuestran que la ley es lo que menos ampara a los habitantes del país. Hoy por hoy, cerca de dos centenares de habitantes de Atenco se hallan en la cárcel acusados de haber violado la ley, pero los policías, responsables cuando menos de una muerte, y los políticos que ordenaron el asalto al poblado gozan de total libertad.

LA LEY ha dictado su primera sentencia: los pobladores de Atenco deben pagar. Los policías salvajes, los políticos involucrados deben quedar a salvo. La gente tiene que aprender que los dictados del gobierno deben cumplirse sin objeción.

PERO ESTO corre en la misma pista del momento político del país. El gobierno y sus secuaces, metidos de candidatos a la Presidencia de la República, tienen muy poca confianza en ganar la elección y conservar el poder, por eso ahora muestran se fuerza represora.

FRENTE A una elección de Estado que pudiera ser rechazada por la gente están los toletes, los fusiles automáticos, la represión. Ese es el mensaje, por eso ocurrió, con tanto despliegue de ferocidad, Atenco.

POR TODOS lados se trata de evitar que México pueda ir a un cambio verdadero y en esto no está ausente el dinero. Ahora el gobierno de Fox ha pedido un préstamo de poco más de 8 mil millones de pesos, que todos tendremos que pagar.

EL DINERO será destinado a Pemex, a un supuesto proyecto de expansión que endeudará al país y que se ha convertido en la enésima mentira de Felipe Calderón, quien apenas hace unos días dijo que Fox no dejará a los mexicanos endeudados.

PERO LO peor no es nada más eso, sino el verdadero destino que pudieran tener esos dineros. ¿De verdad serán para Pemex o servirán para apuntalar la desesperada carrera de Calderón y Fox por la Presidencia de la República?

LO MALO es que la verdad se podrá descubrir cuando ya sea muy tarde y nadie se haga responsable de esos enormes desvíos. No hay, por el momento, ningún dato -que no sea la desconfianza de los panistas por el triunfo- que nos permita señalar con toda certeza que los desvíos son un hecho, pero tampoco se puede tener confianza de que otra atrocidad como la del Pemexgate no se repita.

LA REPRESION , alentada por el escándalo de las chachalacas, las decisiones financieras adoptadas en los últimos días por las autoridades hacendarias y este clima de miedo al que se quiere someter a la gente conforman el nuevo marco en el que se pretende dirimir la próxima elección.

FRENTE A esa realidad, las opciones son pocas, bien podríamos decir que una sola, por el momento: decidir en la urnas y evitar un nuevo error que puede pesar, por muchos años, en la vida del país.

SIN PRISA pero sin pausa, el momento de definiciones ha llegado y exige a todos los actores políticos, principalmente a la gente, hacer uso razonado del voto para decidir el rumbo.

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