Editorial

La Cofetel, ¿una entidad sin fuerza?

Ayer viernes, el presidente Vicente Fox entregó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la lista de los cinco consejeros propuestos para integrar la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), la entidad que se encargará de regular este sector. Se trata, pues, de un órgano que tendrá una gran responsabilidad, debido a la rápida expansión de las telecomunicaciones, las cuales tienen un ritmo de crecimiento de 18 por ciento anual, generando beneficios de miles de millones de dólares. Sin embargo, los nombres que figuran en la lista no parecen ser los más adecuados para conformar una comisión de tan gran responsabilidad, debido a sospechas de parcialidad ­una situación inaceptable en una entidad con funciones regulatorias­ y al bajo perfil de algunos de los propuestos, quienes tendrán la difícil misión de controlar las ambiciones de los gigantes del sector, como Telmex, Televisa y Tv Azteca.

La lista está integrada por Julio Di-Bella ­director de Canal 11, del Instituto Politécnico Nacional y uno de los artífices del bloque de medios públicos contrarios a la ley Televisa­, Rafael del Villar, Fernando Lerdo de Tejada, Gonzalo Martínez Pous y José Luis Peralta. Estas personas, de entre las cuales se elegirá al consejero presidente de la Cofetel, deberán asignar los permisos y concesiones de la radio y la televisión y negociar y cobrar las frecuencias en el espectro radioeléctrico. De hecho, en el contexto de la ley Televisa, la Cofetel se encargará de velar por los intereses del Estado y del consumidor, asumiendo facultades resolutivas que antes correspondían a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a la vez que desplaza a la Comisión Federal de Competencia, que ya no tendrá incidencia alguna en las telecomunicaciones. De esta manera, la Cofetel se convierte en una supercomisión en la que sus miembros contarán con amplios poderes ­cada uno permanecerá en el cargo durante 10 años­, en una situación que deja al Estado como un simple espectador.

En ese contexto, se destaca el nombre de Fernando Lerdo de Tejada, ex titular de la Procuraduría Federal del Consumidor en el gobierno de Ernesto Zedillo. Este personaje es fundador de la empresa Estrategia Total, la cual ha tenido entre sus clientes a Tv Azteca y cuya función es influir en la toma de decisiones sobre normas regulatorias. Es decir, se dedica a hacer labor de cabildeo ante el Congreso. Es por ello que cabe preguntarse sobre su imparcialidad: ¿qué seguridad hay de que una persona con estas características defenderá con integridad los intereses del consumidor, si su modo de vida ha consistido en litigar contra el Estado para proteger los intereses empresariales?

Por otro lado, Rafael del Villar, José Luis Peralta y Gonzalo Martínez son funcionarios de nivel medio. El primero se ha desempeñado como investigador del Banco de México, con apenas tres publicaciones en esa institución; el segundo trabaja actualmente en la Cofetel, en el área de ingeniería y tecnología, y el tercero laboró hace unos años en el área jurídica de la misma comisión. La trayectoria de los tres no está en cuestión, sino su falta de fuerza y de autoridad para limitar las políticas de concentración de medios de empresas como Televisa, por ejemplo, luchar contra la ineficacia en el sector y reducir los altos costos de las telecomunicaciones en México, en donde este tipo de servicios son de los más caros del mundo.

En resumen, la lista, en su mayoría, parece haber sido hecha a modo de los grandes jugadores del sector, los cuales ya habían recibido el regalo de la aprobación de la ley Televisa, por parte del Congreso. Así, la carencia de verdaderos reguladores en la Cofetel, con capacidad de imponerse a los gigantes de las telecomunicaciones, podría reforzar la inequidad inherente a la citada legislación, en detrimento de los intereses del consumidor y de la nación.