Usuarios le dan 8.2 de calificación tras operar 11 meses, dice
Un "éxito", el Metrobús, asegura su director
Se planea ampliar corredores y sustituir 1,300 bolardos
Ampliar la imagen Algunas vialetas que separan el carril del Metrobús, a lo largo de la avenida Insurgentes, han desaparecido, por lo que automovilistas invaden esa vía Foto: Cristina Rodríguez
La invasión del carril confinado y lo endeble de los bolardos instalados en el corredor Insurgentes del Metrobús provocaron que, a casi un año de iniciar operaciones, mil 300 vialetas -13 por ciento del total- desaparecieron o están destruidas; mil 800 se sustituyeron y otras dos mil están en proceso, sin afectar la prestación del servicio, que ha transportado a 60 millones de pasajeros.
El director de ese sistema de transporte, Guillermo Calderón, explicó que de esa cifra, 2 millones 700 mil de conductores dejaron su automóvil definitivamente y se convirtieron en usuarios de los autobuses articulados, ante la reducción del tiempo de recorrido de Indios Verdes a Doctor Gálvez -una hora-, lo cual redundó también en un incremento de 4 por ciento en el número de usuarios al día en promedio a 260 mil.
Así que a 11 meses de distancia, señaló, ese sistema de transporte es un "éxito", con una calificación otorgada por los pasajeros de 8.23, pues consideran que viajan más seguros, más rápido, con comodidad y con la conducción de una persona amable y capacitada, "quedando atrás aquella imagen del conductor de microbús", por lo que se trabaja en la elaboración de un plan maestro de 10 corredores estratégicos.
Los proyectos del Eje 8 Sur, Reforma y Eje Central se trabajan en detalle mientras Tláhuac-Tasqueña, Eje 5 Norte, Eje 3 Oriente y la extensión del corredor Insurgentes hasta el Caminero se encuentran "a nivel de prefactibilidad" y se incorporarán al plan, el cual se entregará a las siguientes autoridades capitalinas para su análisis y posible concreción. "Se trata de un sistema donde ya no hay marcha atrás, ante los buenos resultados obtenidos y la necesidad de agilizar el tráfico vehicular, sin inversiones millonarias", dijo.
El funcionario anunció en entrevista, por ello, la incorporación de tres unidades cortas para el servicio nocturno, para contar con un parque vehicular de 10 y atender la demanda de mil 500 pasajeros diarios; la repavimentación de la carpeta asfáltica para "acabar con dobles y triples líneas que impiden definir los carriles de circulación"; y la colocación de un botón de atención a discapacitados en las puertas de acceso de los autobuses.
Además se mantendría la regulación del servicio, con un tiempo de paso de 1.1 minutos en las horas de mayor demanda y de 2 minutos en las denominadas horas "valle", principalmente de norte a sur, donde se tiene afluencia vehicular de 73 autobuses por la mañana y tarde contra 11 de Doctor Gálvez a Indios Verdes; y envío de unidades en estaciones intermedias, para reducir la molestia de los usuarios. La capacidad pasó de 100 a 90 por ciento, lo cual es más cómodo, indicó.
Señaló que debido a la fragilidad de los primeros bloques de plástico ABS, que se rompen al impacto, el número de unidades dañadas aumentó y fue necesario sustituirlas por otras de polietileno de baja densidad, con cargo a la empresa Trocasa, como parte de la garantía que tiene la administración capitalina, por lo que "no se gastará un solo peso en dicho proceso".
Los faltantes son importantes: mil 300 de 10 mil unidades serán remplazados en las siguientes semanas, como sucedió con mil 800 en la zona norte y otras dos mil en sur y centro, que se realizará en los próximos días, pues la intención es que los 19.6 kilómetros del corredor estén confinados, aun cuando existe mayor respeto de los automovilistas para no invadir su carril de circulación.
Actualmente los mayores problemas detectados durante un recorrido realizado de Indios Verdes a Doctor Gálvez se encuentran de la estación Euzkaro a San Simón, Nuevo León a La Piedad y Colonia del Valle a Churubusco, donde grandes tramos permanecen sin confinamiento, tornillos salidos o "aplastados", o bloques rotos y fuera de su lugar.
"Continuamente algún automovilista, por la prisa de llegar a su destino, se lleva una llanta pues los tornillos son grandes y picudos, pero no tiene a quién reclamarle, sobre todo, porque fue él quien invadió el carril y no se fijó en los vástagos (tubos que señalan el inicio o fin de la estación del Metrobús)", señalan elementos de Seguridad Pública encargados de agilizar el paso en los cruces de Insurgentes con los diferentes ejes.