Campaña de funcionarios para manifestar su optimismo ante la decisión de Bush
No es gesto hostil el despliegue de la Guardia Nacional, según el gobierno
La medidas adoptadas por Washington son parte de la solución, sostiene Derbez
Ampliar la imagen El secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff (derecha), y el subsecretario de Defensa, Paul McHale, ofrecieron una conferencia de prensa para detallar el programa de vigilancia fronteriza anunciado el lunes por el presidente George W. Bush Foto: Reuters
El gobierno de Vicente Fox puso ayer especial énfasis en declarar que la decisión de la Casa Blanca de comisionar 6 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera con nuestro país no significa la militarización de la línea divisoria y que, al mismo tiempo, está "optimista" de que el Senado en Washington apruebe una reforma migratoria que beneficie a ambas partes.
El vocero presidencial Rubén Aguilar, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, y el canciller Luis Ernesto Derbez insistieron en diversos foros que la medida adoptada por el presidente George W. Bush "no es una militarización" ni tampoco "un gesto hostil". La lectura del gobierno mexicano es que la Casa Blanca por primera vez pide a su Congreso que haya una reforma en la que se combine seguridad fronteriza con un programa de regularización y de trabajadores temporales.
"Para nosotros esa es parte de la solución", dijo el canciller Derbez, mientras que el vocero Aguilar sostuvo que el gobierno estadunidense dio "seguridad" a la administración Fox de que las medidas anunciadas no implican la militarización.
Para el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, el programa de Washington -que incluye el envío de 6 mil soldados de la Guardia Nacional para apoyar a la Patrulla Fronteriza- no implica la militarización.
El funcionario dijo que este lunes recibió de su contraparte estadunidense, Michael Chertoff, la "garantía" de que esa fuerza especial no realizaría acciones que corresponden a la Patrulla Fronteriza.
Abascal Carranza justificó la medida, en el contexto de la estrategia del presidente George W. Bush, en un país donde el legislativo analiza actualmente una iniciativa migratoria que buscaría impactar en 11 millones de indocumentados.
"Lo que ayer anunció el presidente Bush es una reforma comprensiva (sic), dentro de la cual caben las medidas de seguridad que ayer hizo públicas.
"México está actuando intensamente, con respeto a la soberanía estadunidense, pero actuando por las vías diplomáticas para lograr impulsar esta reforma comprensiva del tema migratorio", dijo en conferencia de prensa.
Por su parte, Luis Ernesto Derbez advirtió que el gobierno de México acudirá a los tribunales judiciales de Estados Unidos si la Guardia Nacional empieza a tener acciones directas de detención de personas indocumentadas. Dijo que esta medida del gobierno estadunidense no la ve con beneplácito, pero tampoco como un gesto hostil.
"La veo como un punto en el cual el presidente de Estados Unidos está por primera vez pidiendo a su Congreso que haya una reforma en la que se combine seguridad fronteriza con un programa de regularización y de trabajadores temporales; para nosotros esto es parte de la solución".
Inclusive, el canciller Derbez mencionó que la propuesta del presidente Bush incluye "muchos de los puntos" que ha venido planteando de manera recurrente el gobierno de México en esta materia, como son el rechazo a la construcción de nuevos muros en la frontera, un programa de regularización migratoria, repudio a la deportación masiva y el reconocimiento a los migrantes por sus aportaciones a la economía y sociedad estadunidenses.