Analiza Chávez fijar el precio del crudo en euros
Caracas, 16 de mayo. El gobierno de Venezuela denunció hoy que Estados Unidos "prepara las condiciones políticas" para un ataque en su contra, tras la decisión de prohibir la venta de armas e insumos militares a Caracas, pero al mismo tiempo dijo no estar interesado en la compra de esos equipos "porque puede hacerlo soberanamente a cualquier otro país".
En respuesta a la medida de Washington bajo el pretexto de que Caracas no coopera en la lucha antiterrorista, el alto mando venezolano anunció que analiza la venta de su flota de F-16 estadunidenses para remplazarla por aviones rusos, y "posiblemente muchos países, como Irán, tendrían interés en comprarlo", incluso países africanos o Chile.
Estados Unidos pidió a Venezuela deje de "vomitar retórica encendida y destinada a desviar la atención y se concentre en luchar contra el terrorismo", e insistió en que Caracas tiene prohibida la venta de aviones F-16 estadunidenses u otros equipos de defensa a Irán o a terceros países sin su permiso.
Poco antes, el general de división Alberto Muller Rojas, del Estado Mayor de la Defensa, declaró que propuso al Ministerio de Defensa "vender los F-16 enteros o en partes y utilizar la tecnología usada -en esas aeronaves- para traer investigadores de todo el mundo interesados en ella".
Apuntó que "esos aviones son absolutamente inútiles" y que en ese tipo de armamento Venezuela no puede fundar su defensa ante un eventual ataque de Estados Unidos.
Desde Londres, el presidente Hugo Chávez dijo que su país podría considerar fijar el precio del crudo en euros, luego de que Irán anunció que no descarta esa opción.
EU, "imperio impotente"
Acusó una vez más a Estados Unidos de "abuso imperial" tras el embargo de armas a su gobierno, y calificó a Estados Unidos de "imperio impotente" al que no hará caso.
En un comunicado, la cancillería venezolana rechazó las imputaciones de Washington, al que acusó de escalar "nuevas alturas de cinismo y desvergüenza" por negarse a extraditar al presunto terrorista venezolano-cubano, Luis Posada Carriles y a dos oficiales retirados vinculados a la colocación de bombas en Caracas en 2003 contra embajadas extranjeras.
"El fondo del problema no es la lucha contra el terrorismo. El fondo de estas acusaciones radica en la inútil campaña de desprestigio dirigida a aislar a Venezuela", señaló la cancillería.
Sostuvo que Venezuela "jamás se prestará a colaborar" en la guerra en Irak o "imponerle al pueblo de Irán la renuncia a su derecho legítimo a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos", si es lo que Washington entiende por colaboración en la lucha contra el terrorismo.
El vicepresidente, José Vicente Rangel, también calificó de "cinismo e inmoralidad" la posición estadunidense, al recordar que "el terrorista de ayer, hoy no lo es por obra y gracia de la voluntad omnímoda de Estados Unidos", a propósito de la visita que hará el presidente Chávez al líder libio Muamar Kadafi.