La policía se cobrará "ojo por ojo" con los bandidos del PCC, advierte un oficial
Del Congreso se filtró el traslado de 765 reos, causa de los motines en Sao Paulo
Aprueba el Senado paquete de leyes para "endurecer controles" dentro de las cárceles
Ampliar la imagen Detención de dos sospechosos en un barrio de Sao Paulo, al continuar la estrecha vigilancia tras la ola de violencia desatada en los penales de la entidad brasileña que han dejado más de 150 muertos Foto: Ap
Sao Paulo, 17 de mayo. La ola de terror que dejó hasta ahora 155 muertos en Sao Paulo fue resultado de la difusión de declaraciones secretas en el Congreso, y que fueron filtradas por dinero a las prisiones, informaron el miércoles fuentes legislativas brasileñas.
La nota añade que un empleado que presta servicios en la Cámara "fue procurado por la abogada de Marcos Williams Herbas Camacho, alias Marcola (jefe del grupo delictivo Primer Comando de la Capital, PCC) y vendió la cinta que, de inmediato, fue divulgada por audioconferencia en las penitenciarías de Sao Paulo".
Las declaraciones se referían a planes para trasladar a 765 reos a prisiones de alta seguridad y a medidas concretas para enfrentar al PCC.
La policía reconoció 155 muertos, pero el saldo se incrementó este miércoles por la noche tras nuevas acciones policiales que dejaron 22 muertos.
El congresista Arthur Vinicius Pilastre Silva confesó haber vendido la cinta a los abogados Maria Cristina Souza Rachado y Sergio Wesley da Cunha, por 200 reales (94 dólares), refirió la Agencia noticiosa de la Cámara de Diputados).
"La situación está bajo control", dijo el miércoles el gobernador de Sao Paulo, Claudio Lembo. Agregó que los últimos atentados no fueron responsabilidad del crimen organizado, sino de "surfistas (delincuentes oportunistas)".
El último balance oficial registró 281 atentados (incluidos 54 contra residencias de policías, 82 contra autobuses, 17 contra bancos y dos contra otros objetivos civiles), que dejaron 155 muertos. Además fueron detenidos 122 atacantes a los que se decomisaron 134 armas (entre granadas, fusiles y ametralladoras).
Sergio Olimpo Gomes, de la Asociación de Oficiales de Policía, alertó al diario O Globo que los agentes seguirían la máxima del "ojo por ojo". "A partir de hoy morirá un promedio de 10 a 15 bandidos por día en Sao Paulo", advirtió.
El gobierno del estado admitió haber contactado al jefe del PCC, Marcos Williams Camacho, considerado promotor de los ataques desde la cárcel de máxima seguridad donde está detenido.
Gomes señaló que si hubiera un acuerdo entre el gobierno de Sao Paulo y el PCC, "no se cumplirá porque 130 mil policías en las calles no lo respetarán".
El PCC divulgó un manifiesto en el cual explica los motivos de la escalada de violencia en Sao Paulo y reivindica el derecho de los presos a "ser tratados con dignidad". En el manifiesto, dictado por teléfono celular a varios medios de prensa, el grupo se responsabiliza de los motines carcelarios simultáneos, pero no de los ataques contra comisarías, bancos y autobuses.
Los presos del PCC afirman que la guerra urbana de los últimos días fue detonada por el anuncio del traslado de los presos y denuncian "actitudes dictatoriales" de los funcionarios penitenciarios.
La Comisión de Constitución y Justicia del Senado brasileño aprobó en tanto un paquete de leyes de emergencia para combatir la criminalidad, bajo fuerte presión de la opinión pública.
La nueva legislación prevé endurecer los controles dentro de las cárceles, y la principal medida crea un régimen especial de aislamiento para presos de alta peligrosidad, adicional al ya existente y mucho más riguroso.