El presidente George W. Bush pretende gastar 2 mil mdd en el blindaje de su territorio
Rebatiña empresarial para ganar el negocio de la seguridad fronteriza
Veteranos de las guerras de Irak y Afganistán serán desplegados en las operaciones de vigilancia
Ampliar la imagen Antes de que se construya la llamada "cerca virtual", los migrantes siguen ingresando sin documentos a territorio de Estados Unidos Foto: Ap
Nueva York, 18 de mayo. El presidente George W. Bush presentó hoy una solicitud al Congreso de casi 2 mil millones de dólares en fondos "de emergencia" para "asegurar las fronteras" de Estados Unidos, incluyendo financiamiento para el envío de tropas de la Guardia Nacional, infraestructura y nueva tecnología para un "muro virtual" y 4 mil camas para centros de detención de migrantes.
El presidente viajó a Yuma, Arizona, para presentarse ante las cámaras de televisión en la frontera con México y reiterar que su prioridad es la "seguridad fronteriza", mientras que promueve la reforma parcial de la migración. Pero el mensaje de hoy fue claro: primero que nada, botas miltares y bardas en la frontera.
En Washington, el Senado avanzó con el tortuoso debate sobre el proyecto de ley de reforma migratoria, y republicanos en la cámara continuaban insistiendo en su oposición a cualquier medida que ofrezca la regularización de los indocumentados o un programa de trabajadores huéspedes.
Sin embargo, algunos legisladores manifestaron su agradecimiento al presidente porque, en su discurso del lunes, subrayó que a todo inmigrante que participe en un programa de trabajador temporal no se le ofrecerá una vía hacia la residencia permanente en este país y será obligado a regresar a su país de origen al concluir el periodo de su estancia bajo el programa.
Militares pero no militarización
La militarización de ciertas operaciones en la frontera ahora está incorporando a algunos de los mismos actores dedicados a la llamada "guerra contra el terrorismo". Se supone que muchos de los hasta 6 mil efectivos de la Guardia Nacional que podrían ser desplegados en la frontera con México a partir de junio serán veteranos de la guerra en Irak y/o Afganistán. Por otro lado, las grandes empresas que han participado en la invasión y llamada reconstrucción de Irak y Afganistán también participarán en la nueva operación de "asegurar la frontera".
El New York Times informó hoy que algunas de las más grandes empresas del sector de defensa están por someter propuestas para competir por un contrato federal con un valor de varios miles de millones de dólares para construir lo que el gobierno de Bush llama "una cerca virtual" a lo largo de las fronteras del país. "Empleando algunas de las mismas herramientas de alto precio y alta tecnología que estas empresas ya han puesto a trabajar en Irak y Afganistán -como vehículos aéreos no tripulados, satélites de vigilancia terrestre y equipo de video de detección de movimiento-, los contratistas militares se están enfocando en los ríos, desiertos, montañas y áreas habitadas que separan a México y Canadá de Estados Unidos", reportó el rotativo en su primera plana.
Pero esta vez, el gobierno de Bush también está solicitando que estos contratistas desarrollen una nueva estrategia integral que incorpore el uso de personal, tecnología y barreras físicas, bajo el rubro de la "Iniciativa Frontera Segura", anunciada hace poco por el Departamento de Seguridad Interna.
Bush se refirió a esto en su discurso del lunes, al declarar que "estamos lanzando la iniciativa tecnológicamente más avanzada de seguridad fronteriza en la historia de Estados Unidos". Pero al parecer, el desarrollo de esta estrategia y su implementación será diseñada por el contratista que logre ganar el concurso, el cual podría tener un valor de unos 2 mil millones de dólares a lo largo de un periodo de tres a seis años. O sea, la seguridad fronteriza será una tarea en gran medida privatizada.
Lockheed Martin, Northrup Grumman, Raytheon, Ericsson y Boeing son las empresas en concurso, y según el Times, ya han estudiado cada kilómetro de la frontera para desarrollar sus propuestas de estrategias de detección y detención dependiendo del terreno.
Hablando de utensilios militares, vale recordar que el material empleado para las cercas fronterizas es nada menos que láminas de acero utilizadas -estas mismas- para pistas de aterrizaje de helicópteros estadunidenses durante la guerra de Vietnam, señaló recientemente el Washington Post. O sea, es el reciclaje de un frente a otro.
De hecho, se han construido en total unas 106 millas de cercas en las zonas urbanas a lo largo de la frontera, algo que comenzó en 1994 bajo el gobierno de Bill Clinton, con la construcción del famoso muro en la frontera frente a San Diego, y la reciente propuesta de Bush sólo es la continuación de esa misma política de su antecesor en la Casa Blanca.
Pero como reporta el Post, todo este esfuerzo de muros, tecnología y un triplicación de agentes de la Patrulla Fronteriza ha tenido un impacto nulo en reducir el flujo migratorio durante más de una década. En el año fiscal 2005, la Patrulla Fronteriza detuvo a un millón 100 mil personas, aproximadamente lo mismo que en 1993. Lo que sí logró es hacer el cruce más peligroso y caro.
A pesar del envío de tropas, contratos para empresas dedicadas al negocio militar y estrategias, y tecnología empleada en guerras, el gobierno de Bush de nuevo reiteró que "Estados Unidos no va a militarizar la frontera sur". Según un comunicado de la Casa Blanca hoy, detallando la solicitud de nuevos fondos para todas estas actividades se subraya que "México es nuestro vecino y amigo. Continuaremos trabajando cooperativamente para mejorar la seguridad en ambos lados de la frontera, enfrentar problemas comunes con el narcotráfico y el crimen, y reducir la inmigración ilegal".
Con el incremento del debate, no falta la retórica de que se está enfrentando una "amenaza" a Estados Unidos. Por eso tal vez no sorprende que se haya registrado un incremento de los llamados "grupos de odio" y los "crímenes de odio" en este país. El Southern Poverty Law Center, organización dedicada a monitorear grupos extremistas racistas y antimigrantes, emitió un nuevo informe en el que registra un incremento de 33 por ciento de esos grupos desde 2000 a la fecha, identificando la presencia de un total de 803 "grupos de odio" en el país el año pasado, contra 762 en 2004.
El debate nacional sobre migración es "sólo el factor más importante" para promover actividad entre los grupos de odio en este último periodo, indica el nuevo informe, y el centro afirma que más de esos grupos están empleando el tema migratorio para reclutar miembros, inclusive en agrupaciones neonazis que ahora intentan intimidar a indocumentados.
Por su lado, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) reporta en su informe más reciente, para 2004, que se registraron 9 mil 528 víctimas por crímenes de odio, un incremento de 5 por ciento sobre 2003, pero menor a los 12 mil 20 reportados en 2001, cuando se registró una racha de crímenes contra musulmanes después del 11 de septiembre, informó USA Today.
Agrupaciones migrantes continúan denunciando las maniobras de Bush y los legisladores al promover más botas y bardas en la frontera. Rufino Domínguez, coordinador del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, declaró, a nombre de la Coalición de los Derechos de los Inmigrantes, que Bush está obrando políticamente con fines electorales. "Militarizar la frontera no evitará que los inmigrantes sigan llegando. Y peor todavía, habrá más muertes debido a que quienes buscan entrar al país lo tendrán que hacer por rutas más difíciles", declaró. Agregó que "en las últimas semanas, millones marcharon pacíficamente en todo el país pidiendo una regularización migratoria y demostrando preocupación por las condiciones de vida de los trabajadores. El gobierno del señor Bush responde con la militarización de la frontera y con un nuevo programa de braceros", y denunció que así queda demostrado que Washington no desea ningún cambio a fondo y real.
Mientras los migrantes se encuentran una vez más entre las necesidades electorales de los gobiernos de ambos lados, crece la ira contra ambos.
A todo esto, el Departamento de Estado confirmó este jueves que "no hemos recibido una nota diplomática de México protestando por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la frontera Estados Unidos-México".