Usted está aquí: viernes 19 de mayo de 2006 Economía Se redujo el costo de las remesas 66% en los últimos seis años, reporta el BID

Representa un ahorro de 5 mil millones de dólares para los emigrados, calcula

Se redujo el costo de las remesas 66% en los últimos seis años, reporta el BID

Los bancos en América Latina no aprovechan para ofrecer servicios a esa clientela

ANTONIO CASTELLANOS

Donald F. Terry, gerente del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), informó que el costo promedio de las remesas de Estados Unidos a América Latina y el Caribe cayó casi dos tercios en los últimos seis años. Esto le permitió a los emigrados y sus familias un ahorro de 5 mil millones de dólares.

Dijo, sin embargo, que una mayoría de los trabajadores latinoamericanos y sus familias en sus países de origen aún están excluidos del sistema financiero normal y, como consecuencia, de los servicios y oportunidades a los que tienen acceso las personas de mayores ingresos.

Durante el año pasado, agregó, la región recibió remesas por 53 mil 600 millones de dólares, de los cuales casi tres cuartas partes llegaron de Estados Unidos. La mayoría de estos fondos fueron a hogares de escasos recursos para cubrir gastos diarios, pero algunas familias han logrado ahorrar o invertir algo de ese dinero.

Terry manifestó que se podría hacer mucho más para apalancar estos recursos, particularmente para darle a las familias acceso al sistema financiero formal, pero aún existen ciertos prejuicios culturales, falta de productos y servicios adecuados, obstáculos legales y regulatorios que impiden que la gente pobre sea bienvenida en el sector financiero.

La información está respaldada por el informe Flujos internacionales de remesas: costo, competencia y acceso financiero en América Latina y el Caribe realizado por el investigador Manuel Orozco, por encargo del Fomin, dijo Terry.

Según la investigación, 54 por ciento de las remesas son distribuidas en bancos, cooperativas de crédito, instituciones microfinancieras y otras entidades autorizadas para tomar depósitos. Esto significa que todos los meses unos 10 millones de personas concurren a agencias bancarias para buscar sus remesas, pero poco se hace por convertirlas en ahorradores.

Al respecto, el titular del fondo señaló que de esta forma, los bancos en América Latina se comportan casi como las bodegas. En la mayoría de los casos sólo fungen como agentes de las empresas de transferencias de dinero, en lugar de aprovechar la oportunidad para ofrecerles servicios de depósitos a los clientes de las remesas.

En contraste, las cooperativas y microfinancieras y sólo algunas entidades bancarias, han logrado mejores resultados en reclutar a receptores de remesas como ahorradores. Además de esforzarse por atraer a esos clientes, estas instituciones financieras han adaptado sus servicios y productos a las necesidades de este segmento.

Los niveles de satisfacción entre clientes variaron desde 98 por ciento en Ecuador, a 74.4 por ciento en Haití, concluye el estudio. Asimismo, hay grandes diferencias en materia de acceso a servicios financieros formales. En República Dominicana, 66 por ciento de las personas que reciben remesas tiene cuenta bancaria, mientras sólo 10 por ciento de los receptores en Nicaragua está bancarizado.

En materia de costos, en los últimos seis años algunas de las caídas más pronunciadas se registraron en Colombia, Bolivia, México y Haití. La competencia fue el principal factor en la reducción de tarifas y comisiones, dada la explosión del número de empresas en el mercado que recientemente ha visto alguna consolidación.

 
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