El proceso de paz, "en un momento grave": Otegi

Los vascos entregados por México ingresan a la cárcel de Soto del Real

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 19 de mayo. Los seis ciudadanos vascos extraditados el jueves de México ingresaron este viernes en la prisión de alta seguridad de Soto del Real -a unos 40 kilómetros de Madrid-, después de que negaran ante el juez de la Audiencia Nacional española, Fernando Grande-Marlaska, su presunta pertenencia a la organización armada vasca ETA.

Juan Carlos Artola, Asier Arronategi, María Asunción Gorrotxategui, José María Urquijo, Ernesto Alberdi y Félix Salustiano García llegaron alrededor de las ocho y media de la mañana -local- al aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz, donde fueron puestos a disposición de la policía.

Durante el vuelo que los trasladó de la ciudad de México a Madrid, los seis ciudadanos vascos fueron custodiados por agentes de Interpol-España, que "en todo momento tuvieron un trato correcto con los detenidos", según relató el abogado Joseba Agudo.

Al llegar a la capital española, los vascos fueron fotografiados y esposados antes de ser trasladados a las dependencias de la Audiencia Nacional, órgano judicial responsable de los delitos relativos a actividades terroristas.

Después de permanecer más de seis horas en los separos del tribunal, finalmente se inició la vista oral en la que el magistrado les informó de los delitos que se les imputan: "asociación ilícita e integración en organización terrorista, captación de fondos con fines terroristas y blanqueo de capitales procedente de actividades terroristas". Los seis vascos negaron los delitos que les atribuyen y su pertenencia a la ETA.

Más de 10 horas después de su llegada a Madrid, los vascos fueron trasladados a la prisión de alta seguridad de Soto del Real, donde permanecerán hasta que se inicie el juicio oral o podrían ser trasladados de cárcel si lo decide el juez instructor.

Según los informes policiales y judiciales españoles, de los seis vascos extraditados sólo dos cuenta con un "extenso historial delictivo", que son Ernesto Alberdi y Félix Salustiano García.

Por su parte, el dirigente de la izquierda separatista radical vasca, Arnaldo Otegi, advirtió que el proceso de paz para el País Vasco se encuentra en "un momento de extrema gravedad", al señalar que hay personas que "quieren sabotear, destruir y abortar las posibilidades de resolución del conflicto".

La afirmación de Otegi, vocero de la ilegalizada Batasuna -considerada por Madrid como el brazo político de ETA-, se realizó el mismo día en que trascendió un nuevo proceso en su contra.

Ante el cúmulo de juicios en su contra y el impasse del Ejecutivo español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de avanzar en el proceso de paz y superar la etapa de "verificación" del alto el fuego permanente decretado por ETA, el vocero de Batasuna explicó que "si no acaban las agresiones costará mucho más volver a poner el proceso en marcha". Sin embargo, Otegi también insistió en que continúa habiendo "una posibilidad real de una resolución del conflicto".