Premian a equipo que busca su preservación, en el Festival Música por la Tierra, en Huatulco
El caracol púrpura, en peligro de extinción por su uso en la coctelería
Ampliar la imagen Caracol púrpura de la zona internacional, costa rocosa del estado de Oaxaca, en la localidad de Santa Cruzi
Huatulco, Oax. 19 de mayo. El caracol púrpura, del cual se extrae un tinte con el que se colorean prendas como rebozos, vestidos, huipiles y diademas, que portan sobre todo las mujeres mixtecas, se encuentra amenazado, pero no por la explotación de su preciada sustancia, sino porque se emplea para preparar cocteles, expresaron la antropóloga Marta Turok, subdirectora de Programas Sociales de Fonart (Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías); el biólogo Javier Acevedo García, quien trabaja para el gobierno de Michoacán, y el tintorero decano Habacuc Avendaño, quienes recibieron el pasado jueves el Premio al Mérito Ambiental del 12 Festival Música por la Tierra, que se desarrolla en este puerto. La distinción les fue entregada por el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
El molusco habita desde las costas de Baja California hasta Perú, y la explotación de su tinta en Huatulco se remonta a tiempos prehispánicos.
Marta Turok expresó que el premio les fue concedido "porque se dieron cuenta de que llevamos 25 años trabajando en la zona con cierta efectividad. El caracol púrpura es un molusco que vive adherido a las rocas; nunca queda cubierto completamente por el mar y vive unos centímetros arriba de la marea, pero requiere de la brisa para conservarse.
"Como el pulpo, tiene una cápsula de donde sale esa tinta violeta. Es el color más puro del espectro; el animal lo usa para defenderse de sus depredadores. Las hembras, para proteger su cápsula ovígera cuando se reproduce. El hombre lo descubrió hace mil años, cuando el reino de Tututepec tuvo presencia hasta la costa. No sólo lo usaron los mixtecos, sino también los chontales, los zapotecos, los huaves y los huicholes.
El comienzo de la sobrexplotación
"Una compañía japonesa, entre 1980 y 1985, causó una debacle. En 1983, a raíz de una denuncia de mixtecos que viven a 200 kilómetros de Huatulco, se supo que el caracol se estaba acabando y que ya no podían trabajarlo.
"La empresa japonesa se llamaba Púrpura Imperial. En La Jornada se publicaron varios artículos sobre este tema, en 1988. Lo que pido al gobernador Ulises Ruiz es que haya vigilancia en el Parque Nacional Huatulco, para que los recolectores que lo están convirtiendo en coctel lo respeten", con base en una ley vigente, la Norma Oficial Mexicana 059 Semarnat 2001.
"Está reconocida en el bando de buen gobierno de Santa María Huatulco, pero no es suficiente. Vigilancia es lo que han pedido los mixtecos desde hace 10 años. Este tinte es el más firme del mundo. No requiere mordente o fijador, sólo la acción combinada del sol y del oxígeno.
"Cada caracol genera de uno a tres mililitros de tinte. Para colorear un huipil o un enredo se requiere de la tinta de cientos de caracoles. Esto tiene valor cultural y ecológico para los mixtecos, quienes se casaban y enterraban a sus muertos con indumentaria color púrpura. No se le ha valorado.
"No se debe comer, pero se le hace pasar como caracol comestible. Inclusive, ha dejado de tener la talla adecuada para extraerle el tinte", alertó Turok.
El biólogo Javier Acevedo es parte de un equipo científico que desde 1983 ha investigado al molusco. "El Instituto Nacional de la Pesca, ese año, solicitó validar los conocimientos de los tintoreros mixtecos, de los cuales actualmente sólo quedan 18, en Pinotepa de Don Luis, donde antes todo el pueblo se dedicaba a teñir. Vienen desde Puerto Escondido hasta aquí. Recolectan la tinta, no el caracol. No lo matan, sino que lo ordeñan.
"Al quitar el caracol de la roca expulsa el tinte, porque es su medio de defensa. El tinte es un narcótico para sus enemigos.
"Un caracol puede vivir hasta 40 años y tener miles de crías, pero sólo sobrevive 5 por ciento, porque la larva flota con el plancton, el cual tiene muchos depredadores. A los 20 días de nacido ya puede adherirse a las rocas y crecer", explicó.
El decano tintorero Mauro Habacuc Avendaño Luis, mixteco de 75 años, expuso: "Un tintorero es quien conoce la técnica para utilizar la pintura del caracol púrpura. Sabemos cómo cuidarlo y no matarlo. Lo mata quien no sabe. Yo empecé a trabajarlo desde 1956, a los 15 años. Vine con unos tíos desde Pinotepa de Don Luis a Puerto Angel.
"Antes veía a mis tíos cómo pintaban el hilo que usaban las mujeres en sus enredos; en ese tiempo no había mucho hilo de color, como ahora. El color negro, por ejemplo, lo lograban con una yerba. Desde entonces mantenemos esta tradición. Esto ya no es negocio, sino una cultura que mantiene Pinotepa de Don Luis.