La abstinencia de jóvenes, hábito para mejorar la sociedad
Afines a Opus Dei piden incidir en políticas sobre sexualidad
Critican en encuentro internacional los programas para reducir los embarazos no deseados e infecciones como sida
Con un fuerte llamado a la movilización para incidir en las políticas públicas de distintos países concluyó el primer Encuentro Internacional sobre la Educación de la Afectividad y la Sexualidad, organizado por diversos grupos conservadores identificados con el Opus Dei, que buscan implantar entre la juventud el hábito de la castidad como vía para "mejorar a la sociedad".
Los ponentes criticaron severamente las políticas públicas enfocadas a disminuir el índice de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH/sida. También descalificaron los materiales educativos para adolescentes que abordan temas como la masturbación y la diversidad sexual, por considerar que se trata de "poner ante los jóvenes una especie de menú para que en algún momento escojan ser hombres o mujeres".
Patrocinado por la Asociación Mundial para la Familia y la Educación, la Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Diferenciada e Intermedia Consulting, el objetivo del encuentro fue crear estrategias para influir en los programas gubernamentales y así otorgar a la familia un papel protagónico en la educación de la sexualidad, pues según dijeron, actualmente los planes escolares no desarrollan el concepto de autoestima y limitan la actividad sexual "simplemente al placer", desvinculándola de su fin natural, que es la reproducción.
Al encuentro asistieron asociaciones familiares, colectivos de profesores, responsables de establecimientos educativos, institutos, padres de familia y profesionales de la medicina y la educación de México, España, Argentina, Italia, Chile, Filipinas, Honduras, El Salvador, Perú, Guatemala, Colombia y Estados Unidos.
Los organizadores acordaron impulsar estrategias que permitan colocar en los programas educativos el concepto de castidad como herramienta para prevenir el ejercicio de la sexualidad antes del matrimonio. Aseveraron que lo contrario implica un "desgaste emocional", que puede incrementarse si se tienen varios noviazgos, "pues el final de cada uno significa un pequeño divorcio".
Asimismo, se manifestaron en contra de la participación de expertos del Fondo de Población de Naciones Unidas en la elaboración de materiales educativos relacionados con diversidad sexual, ITS y VIH/sida. Además, motivaron a los asistentes a expresar su rechazo a iniciativas de ley referentes a temas como aborto, anticoncepción de emergencia y uso de condón.
Durante el encuentro, en el que participaron 700 personas, los ponentes subrayaron la importancia de difundir entre los jóvenes la idea de que la castidad y el autocontrol sobre el cuerpo conllevan al aprendizaje de valores como constancia, fortaleza, disciplina y paciencia.
Interrogado por esta agencia, Felipe Llarca, integrante de la organización Provida en Ecuador, acusó a los medios de comunicación de difundir educación sexual "en un ámbito negativo, que concibe el sexo como un acto meramente carnal, no como la manifestación del amor humano".
Sobre los jóvenes y adolescentes no heterosexuales, Llarca dijo que están obligados a la castidad permanente, porque la homosexualidad es antinatural. El también profesor de secundaria fue uno de los más férreos promotores de que la juventud se mantenga inactiva sexualmente hasta el momento del matrimonio.
Los asistentes acordaron bloquear iniciativas de ley derivadas del cumplimiento de los acuerdos de El Cairo y Pekín, referentes a la necesidad de disminuir la mortalidad materna e infantil, permitir el acceso a la educación, especialmente a las niñas, y garantizar servicios de salud sexual y reproductiva, pues argumentaron que se trata de "plataformas de acción, lineamientos y directrices que de ninguna manera constituyen obligaciones para los estados".
Al respecto, José Aguilar Gil, coordinador nacional de la Red Democracia y Sexualidad, que agrupa a 280 organizaciones que defienden y promueven los derechos sexuales y reproductivos, dijo a NotieSe que el intento de implantar la castidad como eje rector de la conducta sexual de los jóvenes está basado en el prejuicio y la religión. Añadió que es una utopía pensar que los jóvenes sean castos cuando existen investigaciones científicas que indican que el inicio de la actividad sexual oscila entre los 15 y 17 años.
"Se trata de una propuesta con doble moral para que los adultos controlen los cuerpos de los jóvenes. Lo correcto es ayudarles para que tengan relaciones sexuales de la mejor manera posible, y esto sólo se logrará mediante la aplicación de políticas educativas basadas en la ciencia y la laicidad", finalizó.