El maestro legó al instituto 70 bocetos, ''pedazos de alma que dejó en sus dibujos''
Inauguraron el mural creado por Raúl Anguiano por los 70 años del IPN
Alejandro Caballero, discípulo del pintor, plasmó los últimos trazos
Subraya el director Enrique Villa la importancia del arte en la formación integral de los nuevos profesionales
Ampliar la imagen Enrique Villa Rivera, director del IPN y Brigita Anguiano ayer, en Zacatenco, al inaugurar el mural de Raúl Anguiano dedicado a los 70 años del instituto Foto: Jesús Villaseca
Durante 45 días, Alejandro Caballero (DF, 1967), discípulo del maestro Raúl Anguiano (1915-2006), plasmó los últimos trazos que el pintor jalisciense legó al Instituto Politécnico Nacional (IPN) para conmemorar sus 70 años.
El mural creado por Anguiano, La evolución del Instituto Politécnico Nacional a través de 70 años, de ocho metros de alto por 13 metros de ancho, fue inaugurado este martes por el director general del IPN, Enrique Villa Rivera; la viuda del pintor, Brigita Anderson de Anguiano; la directora de Difusión Cultural de la institución, Beatriz Vital de Alba, y Caballero.
Ubicado en la sala que ostenta el nombre del artista en el Centro de Formación e Innovación Educativa del IPN, el mural presenta en la parte central a Lázaro Cárdenas, fundador del instituto, acompañado de varios personajes relacionados con la historia del Politécnico.
En la parte superior se aprecia un engrane con el logo del IPN, y un poco más abajo está el equipo de futbol americano Aguilas Blancas, así como la burra blanca que los estudiantes adoptaron como mascota.
Anguiano trazó también una torre metálica y en la parte inferior derecha aparece un par de médicos que analizan un cadáver, mientras que en la parte superior se observa el planetario Luis Enrique Erro y una refinería.
El fresco presenta en la parte izquierda un mundo con un estudiante y en la parte superior hay una serpiente con el símbolo de la tecnología de esa casa de estudios.
La sala mural Raúl Anguiano albergará también los 70 bocetos y dibujos donados al instituto por Brigita Anderson, los cuales podrán ser apreciados por la comunidad estudiantil y la sociedad, ya que el arte y la cultura forman parte integral de la formación de los estudiantes, según expresó Villa Rivera.
Afecto del artista por el instituto
Beatriz Vital de Alba recordó que el 18 de mayo de 2005, Anguiano, uno de los grandes exponentes de la tercera generación del muralismo mexicano, visitó las instalaciones del IPN para involucrarse con la historia de la casa de estudios.
''Durante su estancia Anguiano tomó apuntes al visitar diferentes áreas del instituto, entre ellas el anfiteatro; la experiencia para el maestro fue enriquecedora al observar a los médicos trabajar con cadáveres."
Vital destacó que los 70 bocetos de diversos murales de época desde 1934 a 2005, donados al Politécnico, representan un legado muy importante, porque ''son pedazos del alma que Anguiano dejó en cada uno de sus dibujos para realizar un mural. Es un elogio que nuestra institución tenga esta oportunidad, porque no existe otra sala en un museo con los estudios del maestro".
En el acto inaugural, la viuda del artista expresó: ''El maestro Raúl Anguiano siempre tuvo gran afecto por el IPN, donde se han logrado importantes investigaciones y se han formado hombres y mujeres. Desde hoy siento algo muy especial por el Politécnico, además del apoyo que me ha brindado, es un cariño que sentiré siempre, porque aquí están las últimas líneas que él dejó".
El director del IPN comentó que el mural y la exhibición de los bocetos permitirá cumplir uno de los objetivos de su gestión: que la cultura y el arte, así como el deporte formen parte de la formación integral de los egresados del Politécnico.
El mural y los 70 bocetos podrán ser visitados en el Centro de Formación e Innovación Educativa del IPN (avenida Politécnico Nacional Unidad Profesional Adolfo López Mateos, colonia Zacatenco, a un costado del Planetario Luis Enrique Erro).