Presentó el catedrático el libro Terror e imperio
Describe Saxe-Fernández política imperial de EU hacia México
Ampliar la imagen John Saxe-Fernández, en entrevista con La Jornada Foto: María Meléndrez Parada351neco
La "presidencia imperial" de Estados Unidos ha logrado imponer en México una política de país exportador de petróleo y la explotación irracional de sus recursos naturales utilizando la condicionalidad acreedora de sus brazos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con la complicidad de una clase dominante plenamente identificada con los valores de la Casa Blanca, aseguró John Saxe-Fernández, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El autor del libro Terror e imperio, que a partir de ahora empezará a circular en las principales librería del país, destaca que las reformas que se han implementado paulatinamente en el sector energético para impulsar la apertura de Petróleos Mexicanos (Pemex) son reversibles, como lo han demostrado otras naciones que han puesto en capilla todos los contratos leoninos pactados por las corruptas y depredadoras oligarquías que han asolado a América Latina desde el siglo XIX.
Países como Argelia, Libia, Egipto, Rusia, además de Venezuela y ahora Bolivia dudan de seguir dejando que las transnacionales se hagan cargo de las operaciones y de las ganancias.
En la década de los años 60 el 85 por ciento de las reservas mundiales de hidrocarburos eran totalmente operadas por las multinacionales del petróleo conocidas anteriormente como las siete hermanas, ahora fusionadas en cuatro grandes consorcios. Hoy esa cifra es de 16 por ciento, además de que existen restricciones y controles al acceso de esas empresas al resto del petróleo y gas del planeta. En 1979 las empresas de Estados Unidos e Inglaterra manejaban el 27.8 por ciento de la producción de petróleo y gas del planeta. En 2004 ese manejo se reduce al 14 por ciento según Bernard J. Picchi, analista de Foresigth Research Solutions LLC de Nueva York, citado por el experto en geopolítica y poder.
John Saxe Fernández, en entrevista con La Jornada desentraña el vínculo y modus operandi establecidos entre las grandes empresas, monopolios, oligopolios particularmente del petróleo, electricidad, gas y del sector bélico-industrial y automovilístico y el Estado metropolitano -específicamente el estadunidense y sus principales instrumentos de proyección de poder como BM, FMI, BID, Pentágono, aparato diplomático y de inteligencia- que busca apropiarse de los recursos energéticos en todo el orbe ante la llegada del agotamiento del petróleo barato, tesis plasmada en su texto Terror e imperio. La hegemonía política y económica de Estados Unidos (Random House-Mondadori, 2006).
El también coordinador del programa El mundo en el siglo XIX del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) advierte que Pemex se encuentra bajo el acecho y en proceso de extranjerización acelerado que es absolutamente necesario revertir, si el electorado mexicano así lo percibe y no se deja llevar por la campaña de miedo y de guerra sucia desatada para garantizar otro sexenio de despojo del petróleo y la electricidad.
Saxe Fernández, galardonado con el Premio Universidad 2000 e investigador nacional de nivel III del Conacyt, explicó que el proceso de desnacionalización de Pemex se inició con el arribo de Jorge Díaz Serrano a la dirección de la paraestatal, funcionario vinculado con George Herbert Bush en la empresa Zapata Driling, que impuso una orientación claramente privatizadora. Esta tendencia se acentuó en el sexenio de Miguel de la Madrid y ya con Carlos Salinas empiezan las operaciones de las perforadoras, dándole la vuelta a la Constitución.
Ya con el Partido Acción Nacional (PAN) en el poder se continúa con esa línea política, pero se profundiza con los contratos que Vicente Fox otorga a la célebre Halliburton, empresa de servicios vinculada con el vicepresidente Dick Cheney, que ha obtenido jugosos contratos para realizar la reconstrucción de Irak después de la invasión estadunidense.
John Saxe Fernández, también colaborador de La Jornada aseguró que Estados Unidos después de analizar el llamado "peak oil" es decir, del perceptible agotamiento del petróleo convencional o de extracción barata tomó la decisión de atacar y ocupar Irak en pos del petróleo.