El presidente llama a la construcción de "una Argentina cada vez más plural"
Multitudinario mitin por los tres años de gobierno de Kirchner
La importante demostración de fuerza en Buenos Aires reunió entre 150 mil y 200 mil personas
El mandatario estuvo rodeado por madres y abuelas de Plaza de Mayo, y destacados personajes
Ampliar la imagen El gobernante argentino abraza a la folclorista Mercedes Sosa, rodeado por miembros de las organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo Foto: Ap
Buenos Aires, 25 de mayo. Ante la mayor concentración política de los últimos años, con una multitud calculada entre 150 mil y 200 mil personas, el presidente Néstor Kirchner celebró hoy sus tres años de gobierno llamando a la construcción de una "Argentina cada vez más plural", durante un acto que significó una importante demostración de fuerza y que coincidió con la conmemoración de la fecha patria, el 25 de mayo de 1810.
"Mi sueño es ayudar a construir una Argentina cada vez más plural. Levantando la bandera que nos contenga a todos. Vamos a profundizar el proceso de cambio. Levantemos la diversidad, levantemos la pluralidad", fueron algunos párrafos que fueron interpretados como un llamado a la concertación con otros sectores políticos.
Kirchner, estuvo rodeado -en un hecho inédito- por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y varios de los hijos de desaparecidos recuperados por el trabajo de esta última institución. También participaron destacados personajes como Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Víctor Heredia y otros.
Al recordar que había estado en ese mismo lugar el 25 de mayo de 1973, cuando el peronismo regresó al gobierno después de años de proscripción, dijo que "venimos a esta plaza, que es de los trabajadores, de Eva Perón, y de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y de todos los argentinos".
Asimismo, reivindicó a los 30 mil desaparecidos, víctimas de la pasada dictadura militar (1976-1983), lo que le dio un contenido específico al acto convocado por sus seguidores.
Desde temprano empezaron a llegar miles de manifestantes desde distintos lugares del país y de los barrios de esta capital.
La Plaza de Mayo, las avenidas y calles que aledañas estaban repletas por una multitud pacífica donde había grupos piqueteros (desocupados) afines al gobierno, con banderas argentinas, y globos, algunos con forma de pingüino, como le dicen al presidente, además de una profusa cohetería festiva y lluvia de papeles blancos que cubrieron la plaza como un manto.
El mandatario logró reunir a diversos sectores del Partido Justicialista oficial, que en general se muestran enfrentados, pero también a miles de extrapartidarios, sindicatos y sectores independientes, y también gobernadores, intendentes y altos funcionarios en la llamada "Plaza del Sí".
Se vio especialmente emocionado al presidente cuando Hebe de Bonafini, de la organización Madres de Plaza de Mayo, le regaló un pañuelo blanco bordado por ellas, y también Estela de Carlotto, de Abuelas, un cuadro que enmarca el mismo símbolo.
Antes del mitin, Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, asistieron al tedeum en la catedral metropolitana, donde el cardenal Jorge Bergoglio exhortó a construir un país "sin prepotencias ni exclusiones del contrario", y mencionó también que el poder "no necesita sustentarse en propaganda, encuestas o en el aplauso de las masas".
Este fue uno de los señalamientos críticos pero sobrios pronunciados por el religioso, y la sangre no llegó al río como algunos opositores esperaban.
Criticado duramente por la oposición de derecha y de la izquierda radical, Kirchner no habló en ningún momento de relección, ni se ubicó en el histórico balcón que para los justicialistas tiene especial significación, porque desde allí hablaban el tres veces presidente, Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte, que entre 1946 y 1955, año del golpe militar en que fue derrocado, llegaron a reunir a millones de personas, en lo que fue el movimiento con mayor convocatoria en la historia nacional.
En breve mensaje, el mandatario habló de los logros de su gestión, como la instalación de una Corte Suprema independiente, la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (de impunidad), la renegociación de la deuda pública y el pago anticipado al Fondo Monetario Internacional que, dijo, permite independencia de acción y la "recuperación de la industria, del campo y de sectores de la producción".
Disminución de la pobreza
Tras llamar a profundizar el proceso de cambios, se refirió a la disminución de la pobreza y otros avances sociales en el contexto de una situación política muy difícil cuando asumió su gestión "como el presidente menos votado de la historia" del país, en 2003, en momentos en que "parecía que Argentina se derrumbaba".
Kirchner evitó referirse a la posibilidad de ser relecto presidente en 2007, a pesar de que miles de seguidores se lo pedían.
Como contrapartida, la ministra de Defensa, Nilda Garré, no descartó la posibilidad de sancionar a un grupo de militares que ayer participó en la Plaza San Martín en un acto de homenaje a los "muertos por la subversión", al que concurrieron cientos de uniformados retirados y un grupo de jóvenes oficiales en actividad.
La convocatoria fue hecha en la Internet por los mismos grupos de ex agentes de inteligencia ligados a la pasada dictadura militar que bajo la sigla GM, o Serprin, están acusados de ser quienes en días recientes llevaron a cabo una serie de espionajes electrónicos e intervención de teléfonos.
En ese acto, una mujer amenazó con arrojarle una bomba al presidente Kirchner, en tanto que varios periodistas fueron perseguidos e inclusive golpeados.
Víctima de esta reacción fue el cronista televisivo Marcelo López, quien había identificado a los oficiales de uniforme que participaron y que intentaban huir.
"¡Mátalo a ese zurdo de mierda!" gritaban los atacantes, quienes también insultaron y amenazaron a otros periodistas incluyendo al enviado de Página/12.
Un general retirado criticó los actos de marzo pasado que conmemoraron la tragedia de la dictadura militar y sostuvo que "el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros son equiparables a Al Qaeda", al solidarizarse con "los camaradas que están siendo perseguidos políticamente", y además demandar una indemnización para los "muertos por el terrorismo marxista leninista", como en los mejores tiempos de la guerra fría.