Usted está aquí: viernes 26 de mayo de 2006 Cultura La mujeres violadas de Atenco ''nombraron lo innombrable''

Adolfo Gilly presentó su libro Historia a contrapelo

La mujeres violadas de Atenco ''nombraron lo innombrable''

ARTURO JIMENEZ Y JOSE GALAN

Ampliar la imagen Adolfo Gilly, ayer, durante la presentación de su nuevo libro Foto: Carlos Cisneros

En México la represión ha rebasado un límite, pues ahora lo que sería la ley se impone mediante la violación de las mujeres, lo cual puede considerarse una ''violación de Estado".

Pero ese panorama pesimista, que parte del caso Atenco y que fue planteado por el historiador Adolfo Gilly en la presentación ayer de su libro Historia a contrapelo: una constelación (Era), tiene su contraparte optimista: el valor de las mujeres agredidas para relatar y nombrar lo que la sociedad no se atreve a hacer.

''Así como la represión ha pasado una raya que antes no había rebasado, las mujeres que han denunciado la violación, con sus palabras y sus relatos, insoportables relatos para ellas, están también abriendo un nuevo horizonte."

Luego de recordar que el término ''violación de Estado" lo escuchó de la activista Rosario Ibarra de Piedra, Gilly contó que en un documento alguien se refirió al caso de las mujeres de Atenco sólo como ''violación de los derechos humanos", y el historiador le dijo: ''No compañero, se violaron mujeres, seres humanos, no derechos humanos".

Gilly, quien estuvo acompañado por los investigadores Antonio García de León, Rhina Roux y Raquel Gutiérrez, en la sala Isabel y Ricardo Pozas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo al auditorio lleno:

''La sociedad no quiere decir, no quiere mirar lo innombrable: la violación. Y tenemos que mirar, nombrar y gritar lo innombrable en la búsqueda de la justicia. Y lo innombrable viene hoy de la boca de las mujeres que sí dijeron lo que es imposible de decir."

El investigador, que así concluía su intervención, había recurrido a Walter Benjamin, uno de los autores abordados en su nuevo libro, al lado de Karl Polanyi, Antonio Gramsci, Edward P. Thompson, Ranajit Guha y Guillermo Bonfil Batalla.

Sucede que para Benjamin ''sólo una humanidad redimida recibe la totalidad de su pasado, lo cual significa que sólo para una humanidad redimida su pasado se ha vuelto citable, mencionable, en todos sus momentos".

Y por eso, para Gilly, la redención sería conquistar la capacidad de nombrar lo innombrable, como las mujeres de Atenco. Se trata de una redención ''que pueda decir todo lo que hay que decir, que pueda nombrar todo lo que se debe nombrar, que no haya lo innombrable por horror, por temor, o lo que sea".

Para Antonio García de León, quien planteó el asunto de si la historia es un proceso de estabilización y ruptura permanente, la mirada de Gilly en Historia a contrapelo: una constelación pasa por el derrumbe del paradigma revolucionario del siglo XX.

''Lo que Adolfo vislumbra desde su mirador solitario, es el recorrido a partir de un optimismo estructural, de una esperanza que pretende trascender la actual confusión y la disolución de todos los referentes anteriores."

 
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