No hace falta ser un gran técnico; bastaba mirarlo para saber que sería un genio, dijo

Ronaldinho siempre pensaba en el balón; comía y dormía con él: Eli

Jugaba con los grandes y era el más fuerte, refirió uno de sus primeros estrategas

AFP

Porto Alegre, Brasil, 25 de mayo. "No hace falta ser un gran técnico: era suficiente mirarlo para comprender que iba a ser un genio del balón", afirma Ronaldo Eli, uno de los primeros estrategas de Ronaldinho Gaúcho, quien desde su más tierna infancia sólo pensaba en el futbol.

"Un día mi hijo me dijo: 'papá, tienes que ver como juega un pequeño. Es increíble como lo hace'. Fui y lo observé", recuerda Ronaldo Eli, cuyo pequeño Tales, cuatro años mayor que Ronaldinho, es ahora abogado y trabaja con la estrella brasileña.

Eso ocurría en el barrio de Guaruja (al borde del río), donde residía la familia que le llamaba todavía Ronaldo.

"Assis (el hermano de Ronaldinho) estaba ya en el equipo Gremio y sus parientes habían dejado la zona pobre Vila Nova para venir a instalarse aquí", recuerda Eli.

"Su madre Miguelina trabajaba y él estaba a menudo solo (su padre falleció cuando él tenía ocho años). Venía seguido a casa y dormía aquí de vez en cuando. Cada imagen que tengo de él lo veo con un balón. Comía y dormía con él. Era un iluminado de la pelota.

"Jugaba con los más grandes y era el más fuerte", prosigue Eli, que inscribió al niño y a su hijo en el equipo de futbol-sala creado por asalariados de la empresa Procergs para sus hijos.

Cleon Espinosa, analista informático de la empresa, padre de uno de los jugadores y timonel del equipo, recuerda: "Era increíble. Para dar una idea de su nivel, era tan bueno que, pese a su edad, eclipsaba a jugadores del club que fueron profesionales después.

"Cuando había un partido importante donde tenía que tomar responsabilidades, decía: 'es para mí'. Hacía cosas tan fantásticas que inclusive los padres y los aficionados de otros equipos terminaban por aplaudir.

"Después, cuando Ronaldinho tenía 13 o 14 años, Gremio (su club formador) le prohibió jugar en sala por temor a una lesión. El quería continuar y jugar y a veces venía sin autorización, pero era tan bueno y conocido, que si jugaba se sabía", refiere Cleon.

"Tenía verdaderamente hambre del balón. Jugaba todo el tiempo. Inclusive cuando estaba en el Gremio continuaba jugando en otros sitios", relata Eli.

"Con sus mismos amigos del futbol en sala tenía un equipo que se llamaba New Kids, como la banda musical New kids on the block. Y en la playa jugaba siempre que podía en los torneos.

"Una vez les compramos a todos camisetas baratas de la selección brasileña. Fue la primera verdeamarelha que llevó. Después pudo llevar casacas auténticas de la canarinha", puntualizó.