Cambiarán las prioridades; el migrante querrá establecerse, señala académico
La legalización afectaría los envíos de dinero a familias desde Estados Unidos
Desestima el líder de Canacintra que la reforma dañe a migrantes; ganarán más, prevé
Con las reformas que se analizan en el Congreso de Estados Unidos, entre las que se incluye la posible legalización de 7 millones de trabajadores indocumentados, las remesas familiares podrían verse afectadas, pues al legalizarse, la prioridad de los migrantes será llevar a sus familias y establecerse en territorio estadunidense.
Jorge Durán, investigador del Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dijo en entrevista con La Jornada, que "en teoría sí se prevé que haya una afectación en el flujo de remesas, en el sentido de que todo aquel que se legalice va a reorientar el uso del dinero que gane por su trabajo, es decir, ya no querrá mandar tanto dinero a México, sino que lo utilizará para comprar una casa en Estados Unidos".
Asimismo, el experto en temas de migración señaló que la mayoría de los migrantes querrán llevar a sus familias "a cualquier costo, lo que significa que el dinero que mandaban lo invertirán en instalarse en territorio estadunidense", sin embargo, detalló Durán, "es difícil saber si las reformas van a producir un impacto, pues el proceso de legalización "no será automático, incluso podrían tardar dos años en lograr ser residentes".
De acuerdo con cifras del Banco de México, durante 2005 los trabajadores mexicanos enviaron al país más de 21 mil millones de dólares, cifra que a marzo de este año asciende a 5 mil 187.5 millones de dólares.
Vía telefónica, Jorge Durán agregó que si bien el anuncio que fue considerado como "histórico" por el presidente Vicente Fox, es un primer paso, "lo más complicado está por venir", pues recordó que aún falta una segunda votación, "donde nos encontraremos con un sector ultraconservador que se opondrá a la legalización".
Lo que se aprobó el jueves es un avance hacia una ley migratoria que hace concesiones hacia los dos "bandos" que decidirán, subrayó el entrevistado, pues "por un lado se encuentran los ultraconservadores que piden muros, sanciones y represión, y por el otro, un sector más liberal que ve el problema de la seguridad fronteriza de manera diferente, no con muros ni con deportaciones, sino tratando de legalizar a aquellos que puedan comprobar que han trabajado, que son honorables y que han pagado sus impuestos".
El investigador afirmó que de ahora en adelante el gobierno de México tendrá que poner atención en dos puntos que no se han analizado a fondo, pues hasta ahora se habla de la posible legalización de un millón y medio de trabajadores agrícolas, de los cuales, 80 por ciento son de origen mexicano, pero hasta ahora "no entendemos en qué condiciones se hará este trámite"; lo mismo, añadió, ocurre con las 200 mil visas de empleo temporal.
"En este sentido, México tiene mucho qué decir, porque estamos enviando mano de obra, en ese caso, también debemos poner condiciones de este lado, el gobierno tendría que fijar las reglas", aseveró.
En el caso de las remesas, mientras se aprueba o no una reforma migratoria integral mantendrán su flujo normal, estimó Durán, sin embargo, "no hay que olvidar que el hecho de que haya la posibilidad de legalizar a 7 millones de migrantes, habla del fracaso total de la política foxista, y lo que ahora quiere hacer el Presidente es resolver un problema de México en Estados Unidos. Por ello lo mejor esperar y analizar lo que pasará en los próximos meses", apuntó.
"Responsabilidad nuestra"
Por otra parte, Cuauhtémoc Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, señaló que resulta "obvio" que aunque en Estados Unidos llegue a aprobarse la legalización de 7 millones de migrantes, en México se debe seguir trabajando para la creación de empresas e impulsar el desarrollo regional, sobre todo en los estados del sur, a fin de contratar al millón de personas que se incorporan cada año al mercado laboral.
"Definitivamente es una responsabilidad nuestra, como país, atender a esos trabajadores y ofrecerles empleos bien remunerados y con prestaciones para poder competir con Estados Unidos, a fin de hacerlos desistir de cruzar la frontera", dijo. Advirtió que "por más muros, barreras y guardias que Estados Unidos ponga, mientras exista la necesidad de nuestros connacionales, seguirán rompiendo estas barreras y pasando cualquier filtros".
Contra a las advertencias de organizaciones campesinas, de que se corre el riesgo de que disminuya su flujo de remesas con el endurecimiento de medidas migratorias, Martínez consideró que si la Cámara de Representantes aprueba la iniciativa del Senado, entonces los trabajadores mexicanos podrán aumentar sus percepciones al alcanzar la estancia legal, aunado a los ingresos que obtengan otros que se integren a los programas temporales de empleo.
Con información de Susana González G.