Activistas y académicos deploran la actuación del Presidente durante su gira por EU

Exigen a Fox dejar de adjudicarse la aprobación de la iniciativa de reforma

GABRIEL LEON ZARAGOZA Y JOSE GALAN

El proyecto de ley de reforma migratoria aprobado por el Senado estadunidense es un avance en torno al cual debe quedar claro que el gobierno de México nada hizo para alcanzarlo, por lo que el presidente Vicente Fox debe dejar de adjudicárselo, coincidieron integrantes de la Coalición de Líderes Religiosos y organizaciones de migrantes en Estados Unidos, así como académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En entrevistas por separado, lamentaron la actuación del Presidente durante su gira por Estados Unidos.

"Fox no deja de sorprendernos con su ignorancia, sobre todo porque debió haber cabildeado con los congresistas que se oponen a una amnistía para los inmigrantes. De manera oportunista visitó estados en los que sabemos se va a colgar una medalla por la cual no trabajó y ni siquiera ha luchado", externaron integrantes de la Coalición de Líderes Religiosos en Estados Unidos.

El coordinador de la coalición en Tennessee, Camilo Castillo, indicó que quienes llevan años de lucha en defensa de los derechos de los migrantes coinciden en que con la enmienda recién aprobada "no hay mucho que celebrar, debido a que es el inicio de una lucha que probablemente será larga", sobre todo si se toma en cuenta que en medio de la discusión se encuentra un proceso electoral.

Vía telefónica, dijo que ante el cabildeo que por años las asociaciones religiosas han realizado entre los legisladores y gobernantes no hay motivo para que mandatarios latinoamericanos -sobre todo el mexicano- pretendan adjudicarse el paso que el Senado dio.

Aclaró que la visita de Fox en nada contribuyó a modificar el voto de los senadores, "porque a lo largo de su gobierno no emprendió un cabildeo serio", que tampoco realizó algún otro mandatario.

El único mérito, señaló, ha sido de la comunidad migrante, que venció su temor de ser expulsada y salió a las calles con el fin de demostrar que es necesaria su residencia legal y el respeto a sus derechos humanos y públicos.

A su vez, el coordinador del Secretariado Internacional Cristiano de Solidaridad con América Latina en México, Martín Hernández, lamentó que Fox "erróneamente" piense que con su visita se logró un avance en materia migratoria, sin tomar en cuenta que la iniciativa debe librar su batalla final en el bastión de los antimigrantes más recalcitrantes: la Cámara de Representantes.

El único interés del mandatario es conservar las remesas de los mexicanos y mantener una relación de sumisión con el gobierno de Estados Unidos, "y por ello acepta migajas", acusó el integrante de la coalición que desde su fundación ha tendido una red de cabildeo y de movilización de los inmigrantes para defender sus derechos. Además, fueron parte nodal de las movilizaciones históricas que tuvieron lugar a partir de febrero de este año en Estados Unidos.

Debe quedar claro que México nada hizo para lograr la aprobación de la iniciativa, la cual está vinculada con una política pública interna e intereses específicos del gobierno de George W. Bush, afirmaron académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Agregaron que la aprobación de la iniciativa no significa que vaya a convertirse en ley, porque falta la discusión en la Cámara de Representantes, para después ser avalada o vetada por Bush.

Esta iniciativa, sostuvo el catedrático Urbano Reyes, hoy no representa nada, porque hasta que se apruebe, y la proclame el presidente estadunidense van a pasar muchos meses.

Seguramente esto sucederá a fin de año, añadió. "La letra es sólo eso, porque en realidad en la reforma hay puntos que resultan inviables, como el asunto de la parcialidad en la regularización, la cual se reduce a cinco años comprobables. El asunto es que no se especifica qué se entendería por ello, pues en Estados Unidos hay un procedimiento base que garantiza la posibilidad de normalizarse a partir de determinados años de estancia en el país."

Por su parte, Martín Iñíguez Ramos consideró que esta reforma implica para México un mayor control en la frontera, por la construcción del muro de cerca de 600 kilómetros, así como un aumento en la vigilancia mediante la militarización, lo cual va a ocasionar más muertes.

Debe entenderse también que se trata de una medida de carácter electoral, porque republicanos y demócratas buscan el voto para noviembre próximo, cuando se renovará la mitad del Congreso estadunidense, tanto en la Cámara de Senadores como en la de Representantes.