Pendiente, reparar daños a las víctimas de Marcial Maciel
La decisión de Roma "de reducir" a laico al fundador de los Legionarios de Cristo es un avance "a medias" en la Iglesia católica, sobre todo si se considera que con la "invitación" al retiro también se aceptó públicamente que Marcial Maciel cometió el delito de abuso sexual contra menores. En todo caso, el pendiente del Vaticano es anunciar la reparación del daño a las víctimas, como ha sucedido en Estados Unidos y Europa.
El mensaje de el Vaticano fue muy claro para la grey católica y, sobre todo, para los grupos que se habían integrado en torno de Juan Pablo II: marcar que hay una línea diferente en la pastoral de Joseph Ratzinger, afirmó Carlos Garma Navarro, especialista en antropología de la religión.
El académico afirmó que la disposición de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al frente del cardenal William Joseph Levada, de "invitar" Maciel a llevar una vida reservada, de oración y penitencia, así como de renunciar a todo ministerio público, fue la forma en que Benedicto XVI decidió marcar su línea al frente de la Iglesia y mostrar cómo se va a mantener la disciplina dentro de los ministerios de culto, sobre todo en los temas que ha considerado delicados, como el de la pederastia.
Hasta cierto punto, dijo en entrevista, es saludable porque muestra una diferencia más de su papado con el de su antecesor, quien había promovido la obra de los legionarios y protegido a Maciel.
Agregó que por la información que desde 1997 se ha difundido a escala internacional, en torno de los abusos de menores por parte de uno de los principales hombres del culto católico, todo parece indicar que Benedicto XVI sólo esperaba el momento coyuntural para separar al religioso de la liturgia pública.
Sin embargo, expuso el investigador universitario, de la Iglesia católica no se puede esperar que camine más allá de lo que ha avanzado, aunque hay que reconocer que lo que hizo el Papa "sorprendió" a todos, "porque no se esperaba que (con sus medidas) llegara tan lejos".
Expresó que en todas las asociaciones religiosas del mundo las acusaciones de abuso sexual contra menores y mujeres son comunes, y sólo en algunas naciones los delitos prosperan ante instancias civiles, "al grado de que grupos religiosos minoritarios han sido llevados a la bancarrota en Estados Unidos y Europa".
En México, dijo, es poco probable que haya una reparación del daño a los denunciantes y que las autoridades lleven ante la justicia a la Iglesia católica, "menos en esta administración, en la que está al frente de la Secretaría de Gobernación Carlos Abascal Carranza, quien no está dispuesto a sentar un precedente así".