Irán en la mira de Estados Unidos
Ante la complejísima situación de Irak, surge amenazante una crisis adicional en o con Irán. Las declaraciones de su presidente Mahmoud Ahmadinejad sobre el desarrollo de un programa nuclear, insisten en los propósitos pacíficos; sin embargo, dada su historia de los últimos 30 años, el mundo occidental teme que se oculten fines bélicos sin que dejen de llamar la atención sus amenazas contra Israel.
La renuencia a permitir la inspección de sus instalaciones por organizaciones especializadas de la ONU ha acrecentado el escepticismo al grado que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad sostuvieron ya la primera discusión sobre un borrador de resolución conminatoria. El proyecto, presentado por Gran Bretaña y Francia, que respalda Washington, no amenaza con sanciones económicas, pero invoca la Carta de la ONU, que puede autorizar sanciones económicas e incluso militares.
Hasta 1949, cuando la URSS detona su primer arma nuclear, no existían junto con EU más países que poseyeran la tecnología necesaria para desarrollarlas. Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte y quizá Israel obtuvieron su tecnología a partir de uno de los dos países originales. Es así incongruente que ahora sorprenda la proliferación a que EU y la URSS dieron lugar, de acuerdo con sus intenciones político-estratégicas de dominio universal en el momento.
Pero una acción militar sobre Irán, ¿es simple intimidación o posibilidad real? Jack Straw, ministro británico de Relaciones Exteriores, ha sugerido recomendar sanciones si Irán no se acoge a las reglas del Tratado de No Proliferación. Sergei Lavrov, su contraparte ruso, señaló que cualquier sanción estaba fuera de consideración. Merkel declaró que es importante que Irán comprenda que es inaceptable que posea armas atómicas. Por su parte, Condoleezza Rice comentó que estas discusiones ¡han demostrado la unidad de la comunidad internacional sobre la materia!
El rechazo más vigoroso a las sanciones vino de los senadores John McCain y Hillary Clinton, precandidatos demócratas a las elecciones de 2009, que alentaron una especie de cierre de filas republicana alrededor de la débil postura del presidente Bush, quien simplemente se había referido al tema de Irán señalando que es "inaceptable que adquiera armas nucleares".
Un comentarista de asuntos internacionales de la BBC hizo una perspicaz observación: el propósito central es analizar si esto puede llevar a una intervención militar desde occidente: ¿Irán intenta canalizar sus esfuerzos nucleares hacia la construcción de un arma nuclear? ¿EU estaría preparado para conducir una guerra contra Irán si no se pudiera llegar a un acuerdo?
Si Irán sólo quiere alcanzar un desarrollo para fines económicos, no militares, se encontraría tecnológicamente a unos meses de construir un arma nuclear, que es la opinión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, y de convertirse en un potencial enemigo. Recientemente Irán probó tres misiles Shahab de fabricación rusa, desarrollados para el lanzamiento de armas nucleares. Así que los caminos llevan a lo mismo: la inminente entrada de Irán al Club Nuclear, por lo que estarían dadas las condiciones para un conflicto.
Dentro de la sociedad política e intelectual iraní se identifican diferentes posiciones: 1. Irán no necesita un desarrollo nuclear y buscarlo tendría alto costo político y económico. Esta manera de pensar tiene muy pocos seguidores; 2. Irán necesita capacidad nuclear y el poder derivado de ella; 3. Irán debe desarrollar capacidades militares nucleares, pero no las armas por sí mismas. En el pasado el país ha sido víctima de armas químicas (Hussein) y la comunidad internacional nunca demostró interés por intervenir. 4. Irán debe retirarse del Tratado de No Proliferación sobre la base de que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica son espías recolectando inteligencia, lo que hace vulnerable a Irán de un ataque. No admitir inspectores ha dado independencia a Corea del Norte. Los numerales 2 y 3 gozan del mayor consenso y el 4 ha encontrado gran repudio.
El punto fundamental es cuál sería la actitud de EU ante esta situación. Una ofensiva militar con expectativas de guerra preventiva no parece razonable, pero no puede ser desestimada y se daría en uno de tres posibles escenarios: 1. Ataques quirúrgicos sobre puntos neurálgicos para el programa nuclear iraní. 2. Vasto bombardeo de 30 a 60 días destruyendo la capacidad militar de Irán. 3. Guerra total al estilo de la invasión de Irak.
Sin embargo, se puede concluir que EU no tiene capacidad política interna, ni externa ni militar para llevar a cabo la tercera opción, porque: 1. Su compromiso en Irak no prospera y sigue levantando un repudio interno a medida que se aproximan las elecciones intermedias, preludio de las presidenciales. 2. Como EU no tiene relaciones diplomáticas con Irán, la Unión Europea jugaría un extraordinario papel como mediador-disuasor de gran peso. 3. Rusia y China advirtieron sobre un veto en caso de una resolución adversa a Irán. 4. Irán ha construido fuertes alianzas con sus vecinos (Siria) que participan de las preocupaciones por una nueva conflagración. 5. EU podría empezar, pero no terminar una nueva guerra; la extensión de Irán es cuatro veces más grande que la de Irak y tiene el doble de población.
Pueden restarse o sumarse conclusiones, pero priva una verdad: hay una crisis creciente en la que EU está razonablemente maniatado mientras Irán juega libremente en el campo político, diplomático, estratégico y militar. Ahmadinejad no es ejemplo de mesura ni de sensatez. Habrá que seguir los acontecimientos.