En su visita a Auschwitz no habló del "silencio del Vaticano"
¿Por qué callaste en el Holocausto? cuestiona Benedicto XVI a Dios
Ampliar la imagen El papa Benedicto XIV, durante un recorrido por el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en el que ayer se reunió con sobrevivientes del régimen nazi Foto: Reuters
Oswiecim, 28 de mayo. Como "hijo del pueblo alemán", el papa Benedicto XVI recorrió hoy el campo de concentración nazi Auschwitz-Birkenau, donde oró en silencio por el más de millón de personas -la mayoría judíos- que fueron asesinados en "este lugar de horror, de acumulación de crímenes contra Dios y contra la humanidad, que no es comparable con ningún otro en la historia".
Antes de su visita al campo -su último acto oficial en Polonia, al final de cuatro días de estancia en la tierra de su antecesor, Karol Wojtila-, Benedicto XVI ofició una misa al aire libre en Cracovia, ante 900 mil individuos.
En una visita llena de momentos emotivos, Joseph Ratzinger, quien se alistó a las Juventudes Hitlerianas en los años 30, dijo que su visita al centro nazi, ubicado en el sur de Polonia, no podía hacerla en "calidad de Papa".
Con las manos juntas y cubierto con su atuendo blanco, el pontífice alemán caminó lentamente al pasar por debajo del umbral del campo de concentración que tiene la inscripción en alemán: "El trabajo libera".
De ahí, con el sonido de las campanas de una iglesia en el fondo, Ratzinger siguió hasta el muro de los fusilamientos, donde se detuvo unos momentos para observar las placas en memoria de las personas asesinadas en este lugar, provenientes de 22 diferentes naciones.
Las más recientes investigaciones históricas sobre Auschwitz-Birkenau ubican en aproximadamente un millón 100 mil el número de muertos, entre 1940 y 1945, de los cuales, 90 por ciento eran judíos, según un despacho de Afp. El complejo de edificios que forman el campo de concentración se encuentra a 50 kilómetros al oeste de la ciudad de Cracovia sobre una extensión de 42 kilómetros cuadrados.
"En un lugar como este, no son factibles las palabras, sólo el silencio que lleva a preguntar a Dios: ¿Por qué? ¿Por qué has callado? ¿Cómo pudiste tolerar esto?", dijo Benedicto XVI, en un discurso pronunciado al final del recorrido, en el que -según la agencia alemana Dpa- condenó la opresión de los nazis y del ejército soviético, pero no habló de lo que los críticos llaman el "silencio del Vaticano".
La presencia de Ratzinger en Auschwitz-Birkenau coincidió con la publicación en la revista alemana Der Spiegel de una inusual entrevista con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien afirmó que "el pueblo alemán es prisionero del Holocausto. Más de 60 millones de personas fueron asesinadas en la Segunda Guerra Mundial. La pregunta es: ¿por qué son sólo los judíos el centro de atención?".