Mantener la unidad, factor clave para que la izquierda se consolide: analistas
Termina el sistema bipartidista en Colombia luego de casi dos siglos
Ampliar la imagen Alvaro Uribe, relegido el domingo como presidente de Colombia, comulgó ayer en una iglesia de Medellín, a la cual acudió a dar gracias por su triunfo electoral Foto: Reuters
Santafe de Bogota, 29 de mayo. Los resultados de las elecciones presidenciales transformaron el mapa político colombiano, propinando una herida de muerte al esquema tradicional de dos partidos, coinciden hoy la mayoría de los analistas y los voceros de los partidos políticos.
Al examinar la victoria del presidente Alvaro Uribe, con 62 por ciento de los votos, y el segundo lugar de Carlos Gaviria, con 22 por ciento, los especialistas subrayaron que la vieja disputa entre liberales y conservadores dio paso a una abierta confrontación entre derecha e izquierda, la primera representada por las fuerzas que apoyan al presidente Uribe y la segunda por los movimientos que respaldan a Gaviria.
Los titulares de los principales medios locales destacan el fin del bipartidismo. "Se partió la historia política", tituló el diario El Tiempo, cuyo editorial señaló que "aparece un mapa político totalmente nuevo en el que los partidos Liberal y Conservador, dueños del escenario por casi dos siglos, fueron sustituidos por nuevas fuerzas".
Daniel García-Peña, gerente de la campaña del ex magistrado Carlos Gaviria, dijo que la jornada electoral abrió el camino a una nueva realidad política en la que el Polo Democrático ejercerá un papel definitivo, "siempre y cuando logre consolidar su unión".
La unidad del Polo, según voceros de las fuerzas que lo integran, es aún muy precaria, pues en él confluyen todas las tendencias del espectro político de la izquierda, desde maoístas radicales, pasando por comunistas ortodoxos, ex guerrilleros, socialdemócratas y liberales de izquierda. Sin embargo, asegura García-Peña, "Gaviria ha sabido mantenerlos unidos y lo más probable es que con su considerable capital político (más de dos millones y medio de votos), logre consolidar al Polo".
El presidente de la coalición de izquierda, Samuel Moreno, anunció que en julio se realizará un Congreso extraordinario para convertir la actual alianza en un nuevo partido político.
Lo mismo parece advertirse entre las fuerzas que apoyan al presidente Uribe, quien propuso mantener Primero Colombia, la coalición que lo apoyó, hasta convertirla en un partido. La alianza uribista la integran varias disidencias del Partido Liberal, el Partido Conservador, así como agrupaciones regionales surgidas del paramilitarismo y numerosos grupos cristianos. Al celebrar anoche su victoria, el presidente no desaprovechó la oportunidad para invitar al diálogo a su antiguo partido, el Liberal, que fue el gran derrotado de los comicios.
Al garantizar su permanencia en el poder durante cuatro años más, Uribe tendrá en los próximos días la difícil tarea de rediseñar su gabinete con la obligación de repartir equitativamente los cargos entre las fuerzas que lo respaldaron. Carlos Holguín, presidente del Partido Conservador, advirtió que su agrupación espera una buena compensación burocrática a cambio del apoyo que han brindado al presidente. "No queremos una tajadita (rebanadita) sino una tajadota", dijo en una entrevista radial pocas horas después de conocerse el triunfo de Uribe.
Pero mientras unos celebran y otros calculan el tamaño de su porción, hay también quienes se preguntan por qué el presidente omitió en su discurso de victoria temas tan cruciales como la realización de un acuerdo con la guerrilla que permita el regreso a casa de centenares de secuestrados a cambio de la liberación de insurgentes presos, la continuación de los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional o la exploración de caminos de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.