Es fundamento del desarrollo, afirma Poniatowska
Proyecto cultural plural e incluyente, ofrece AMLO
Se compromete a apoyarlo con recursos y estímulos
Instrumento para democratizar la globalización: Monsiváis
Ampliar la imagen Sabina Berman, Carlos Monsiváis, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Elena Poniatowska, Pedro Armendáriz, Angeles Mastretta y Manuel Felguérez, al concluir el Foro sobre Identidad y Cultura, realizado ayer en el Antiguo Palacio de San Ildefonso Foto: Marco Peláez
Convencido de que ganará la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador comprometió, frente a un representativo sector del ámbito intelectual y artístico del país, dar impulso plural e incluyente al arte y la cultura.
En el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Palacio de San Ildefonso, que apenas fue suficiente para quienes acudieron a escuchar las ponencias en el Foro sobre Identidad y Cultura, el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos manifestó que su compromiso es dar a la cultura la connotación de actividad central del bienestar del pueblo, acompañándola de recursos y estímulos.
Se elaborará, dijo, "un programa cultural con la participación de todos, de todas, abierto, plural, incluyente, y el nombramiento del responsable, mujer o hombre, de la conducción de la política cultural se dé en acuerdo, por consenso, y que sea alguien que venga del mundo de la cultura, del ámbito de la cultura. No quiso Carlos (Monsiváis), quiere Hacienda, era un problema eso, pero todavía se puede hacer algo para hacerlo entender, para convencerlo o persuadirlo. Pero la idea es ésa, que quien conduzca toda la política cultural surja del ámbito de la cultura, de la sociedad cultural, y que además tenga reconocimiento. No es de ninguna manera la intención el que nosotros impongamos y mucho menos el que se nombre a una persona desvinculada del mundo de la cultura".
El candidato bromeó tras escuchar a Elena Poniatowska. La "verdad es que Elenita me ayuda con el resumen, porque según yo tenía otras cosas, yo quería hablar de la preservación del patrimonio cultural tan importante; me parece que todos coinciden en la educación artística de las escuelas, pero Elenita lo dijo muy bien; si la cultura es todo, ¡pues la cultura al poder!"
La escritora Elena Poniatowska recibió una gran ovación durante su participación, al puntualizar que la cultura y la educación son los grandes fundamentos del desarrollo de México.
Ante un público integrado en su mayoría por artistas e intelectuales que abarrotaron el anfiteatro Simón Bolívar, la autora de El tren pasa primero explicó que la ciencia y la cultura son el eje fundamental del crecimiento educativo en el país.
"A través de la cultura, México podría crear un movimiento humanista, científico y político, que sería nuestra aportación al mundo. Nuestra cultura es la que nos distingue, nos hace únicos y nos vuelve irremplazables", explicó.
Al referirse al carácter pluricultural del país, indicó que México puede ofrecer a los demás pueblos de la tierra su diversidad cultural y que el país necesita crear centros de investigación científica en provincia.
Poniatowska recibió la mayor ovación cuando se manifestó contra la privatización del petróleo, defendió los derechos de los pueblos indígenas y deploró la violencia en San Salvador Atenco.
El escritor Carlos Monsiváis, encargado de abrir el foro, señaló que, como dijo López Obrador el lunes ante científicos y académicos, la cultura es el mejor instrumento para la identidad nacional, "sí, a condición de que también se diga: la cultura, el mejor instrumento para la identidad internacional y el proceso democrático de la globalización".
Propuso que se redefina el concepto identidad nacional, pues se trata de "un concepto que hasta ahora sólo de manera dificultosa, o ni eso, se ha negado a integrar a las mujeres, los indígenas, así como a las minorías legales y legítimas".
Criticó que si bien al principio el PRD tuvo la simpatía de muchas personas del sector, ese partido, en materia cultural, "no ha respondido desde 1989 al compromiso explícito e implícito, y aún se atiene a las inercias burocráticas, las mismas que en cualquiera de los gobiernos, y trátese del partido de que se trate, consumen la mayor parte del presupuesto".
Aclaró que "la izquierda, sobre todo la que está fuera del PRD, entiende cada vez más el fundamento cultural de un país en la globalidad, el fundamento que es la laicidad, el proceso secularizador que desde Juárez y la generación de la reforma liberal define, impulsa y amplía las libertades.
"Con todo y megaburocracia hay un impulso sostenido en la actividad cultural en México que es preciso reconocer para superar y ampliar. Una cultura centralista, en el mejor de los casos, es una cultura a medias, que vive de la concentración de oportunidades y humilla o suprime la capacidad de arraigo en las regiones. Un proceso cultural que no incorpore de manera constante a las nuevas generaciones y a los adultos que desean renovarse es profundamente insuficiente."
Agregó que si bien la cultura no elimina las desventajas económicas, "sí añade las ventajas del conocimiento, la imaginación, el cultivo del sentido del humor, la erudición. En el caso de los gobiernos, su pecado original es la ignorancia voluntaria de sus deberes culturales, sociales, económicos y políticos", concluyó Monsiváis.
En su turno, al hablar sobre el carácter pluricultural de la nación, el escritor Carlos Montemayor señaló que la legislación mexicana es una de las más atrasadas en materia de derechos indígenas. Recordó que en 2001 la reforma aprobada por el Congreso de la Unión definió a los pueblos indios como entidades de interés publico y no como sujetos de derecho público.
Con ello "seguimos considerando sólo como ficción jurídica la composición pluricultural de México". Enfatizó que los estados libres y soberanos "no ponen en riesgo la Federación aunque tengan sus propias leyes, sus propios tribunales y su propia administración de recursos. Los municipios libres no constituyen un Estado dentro de otro Estado, aunque tengan sus propias autoridades".
El actor Demián Bichir abordó el tema desarrollo y promoción de la cultura y las artes. Sus propuestas despertaron euforia entre los presentes cuando pidió que el proyecto cultural del próximo sexenio sea dirigido por gente capaz, culta y sensible: "no podemos darnos el lujo de depositar el destino de la cultura y las artes en artistas frustrados. Necesitamos gente alejada de clanes, de tribus y clubes que sólo favorezcan a unos cuantos".
Planteó crear incentivos fiscales no sólo para los empresarios, sino para los propios espectadores: "que los consumidores de arte y cultura puedan deducir en sus declaraciones fiscales el boleto de entrada a todo tipo de espectáculos".
También solicitó apoyo para "artistas independientes, a los de la calle, de los barrios, a los que no tienen estómago para grillar una oportunidad, y que se quite a las televisoras tiempo de calidad para promocionar la cultura, que no decidan su versión de educación artística y cultural. Necesitamos crear un semillero de espectadores sensibles, pero sobre todo exigentes".
El pintor Manuel Felguérez propuso la creación de un seguro médico para creadores y resaltó que "la mayor ayuda que puede recibir un artista es que se respete plenamente la libertad de creación".
El dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda señaló que ya es hora de que México tenga una política de Estado en materia cultural, en particular "para alfabetizar a los 10 millones de analfabetas que vergonzosamente tenemos; para tener un marco legislativo en cultura que sistematice y ordene las 110 leyes, reglamentos y decretos, contradictorios y caducos; para que el organismo que se encarga de la cultura no sea el patio trasero de la SEP".