Rezagados, 100 asuntos en el máximo tribunal
Desde que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) modificó su esquema de trabajo, y ahora que cada uno de los asuntos que se discuten en pleno se revisa punto por punto y en la mayoría de las ocasiones los ministros no pierden oportunidad para intervenir ante las cámaras de televisión, el trabajo en el máximo tribunal es cada vez más lento y el rezago de asuntos sin resolver aumenta.
Así, la comisión de asignación de asuntos del pleno de la Corte tiene más de un centenar de expedientes -algunos datan desde 2004- listos para ser discutidos, pero no han sido analizados por falta de tiempo.
Cabe señalar que estos casos no tienen que ver con los que se revisan en las dos salas que integran el máximo tribunal, sino que son exclusivamente asuntos de pleno.
De acuerdo con información obtenida por este diario, entre la lista de temas que cuentan con proyecto de resolución del máximo tribunal del país, pero que continúan en espera de ser tomados en cuenta destacan: 10 amparos que tienen que ver con tratados internacionales e impuestos generales de exportación e importación, que abarcan productos como azúcar, pescado, pollo y maíz amarillo, así como uno que podría ser fundamental, que es la interpretación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, en el que se revisará su constitucionalidad.
Otro tema que no se sabe cuándo será analizado por los ministros es el relacionado con seis amparos en contra de la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFAM), la cual permite al Ejército y a la Armada dar de baja a soldados con sida.
Los que tienen que ver con los límites al derecho a la información pública, que están previstos en dos acciones de inconstitucionalidad que tienen que ver con Nuevo León, y un amparo en revisión relacionado con la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Asimismo, las relacionados con la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que tienen que ver con los códigos Financiero y de Procedimientos Civiles, así como las leyes de Cultura Cívica y penales, ente otros.
Jesús Aranda