Oneroso, el costo de ese órgano, considera Reyes Gámiz
Escándalos políticos afectaron la productividad de la ALDF
Dejó de impulsar reformas necesarias para la ciudad, afirma
En la que fue su última conferencia de prensa como presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el perredista Carlos Reyes Gámiz reconoció que los escándalos políticos que enfrentó este órgano de dirección afectó la "productividad" de los diputados locales.
La legislatura actual empezó a sesionar el 17 de septiembre de 2003, y seis meses después se inició el revuelo político con los videos en los cuales se veía al entonces presidente de la Comisión de Gobierno, René Bejarano, recibir dinero del empresario argentino Carlos Ahumada.
De ahí todo se vino en cascada: la pretensión de los diputados federales de PRI y PAN de recortar recursos presupuestales al DF para educación; el proceso de desafuero contra Andrés Manuel López Obrador; el caso del Paraje San Juan; el recorte a los techos de deuda solicitados; las confrontaciones por el mayoriteo perredista en el pleno de la ALDF, y las mismas campañas electorales.
El perredista, quien sin dejar su cargo de diputado se concentrará en su campaña para jefe delegacional de Miguel Hidalgo, mencionó que algunos proyectos de ley que quedaron sin dictaminar o no fueron aprobadas son, entre otras: las reformas a la Ley de Participación Ciudadana; los planes de desarrollo urbano; la ley para regular las marchas, la ley de sociedades de convivencia y las reformas penales en materia de eutanasia.
No sólo eso, sino que en opinión de Reyes Gámiz, se dejaron de impulsar reformas internas necesarias para el buen funcionamiento de la ALDF.
Y explicó: la carga y el costo que significa para los capitalinos la Asamblea Legislativa es oneroso, por lo que se puede hacer un achicamiento; "creo que bien puede funcionar con un tercio de la estructura que tiene actualmente".
Ante el cuestionamiento de por qué la actual legislatura no impulsó esas modificaciones, dijo que se debió a los "procesos tan convulsos que enfrentamos, lo que hizo difícil centrarnos en esa tarea".
De hecho, Carlos Reyes consideró que los mismos módulos de atención ciudadana que tienen asignados los diputados locales para la atención de la gestión ciudadana operan bajo un modelo que muestra signos de agotamiento, a grado tal que en algunos casos funcionan sólo como espacios para enseñar "macramé, acupuntura china o bien tramitar el CURP o una vivienda".
Luego fue más allá al considerar que incluso las reglas para justificar las inasistencias de los diputados al pleno de la ALDF fueron tan laxas que se dieron casos de "diputados golondrinos, que sólo se aparecieron en el verano".
En estos casos se ubican, por ejemplo, Manuel Jiménez Guzmán, que pasó de coordinador del PRI a integrante de la fracción; Guadalupe Ocampo, del PRD, y Norma Gutiérrez de la Torre, también del PRI, tres de los que tienen el mayor número de faltas desde que asumieron el cargo
Todos esos asuntos pendientes de reformar, dijo, es un terreno fértil que bien podrán explotar los próximos diputados.