Usted está aquí: miércoles 31 de mayo de 2006 Opinión Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Angel Velázquez

Infidencia en la coalición

Madrazo y el plagio de propuestas

Priístas infiltrados en el sol azteca

En las filas perredistas se levantó, desde el lunes por la noche, una nueva preocupación. Hay ideas y estrategias que se están filtrando hacia el Partido Revolucionario Institucional.

La prueba con la que se quiere avalar que los espías de Roberto Madrazo, infiltrados en las filas perredistas, han surtido de ideas las filas priístas, están en el video que el candidato del PRI mandó grabar con premura para adelantarse al mensaje que López Obrador lanzó ayer por la noche a la población.

Aunque a la hora de escribir en este espacio aún no se conocía la oferta de López Obrador, en la trinchera priísta se decía que ya se había echado a perder la sorpresa al perredista, aunque los del sol azteca aseguraban que la oferta de López Obrador va más allá de lo que propone Madrazo en su espot.

Sea como fuere, la preocupación parece ser cierta y seria para los del PRD. La desconfianza prendió en las filas de ese organismo porque, según cuentan los enterados, la traición viene desde dentro, desde los priístas supuestamente reconvertidos que, también supuestamente, se aliaron con el PRD.

Pero hay otras voces. Estas aseguran que más que una traición, más que filtraciones, lo que sucedió es algo más o menos normal en ese partido: la indiscreción.

Es fácil, se dice en ese partido, que cualquiera de los enterados del asunto hubiera hecho alarde de la estrategia que, señalan, marcará un cambio real en la política económica del país, incluso frente a los adversarios, y a esta versión se le da un alto grado de credibilidad.

Lo cierto es que Madrazo ha ido copiando, una tras otra, las propuestas de López Obrador, que sí van directo a solucionar los problemas de una gran parte de la población del país, y confiando en que la voz del perredista no ha sido escuchada por todos, aprovecha para robarle sus ideas.

No sabemos, como ya dijimos, qué tanto se pueda parecer la oferta que lanzó Madrazo y la que anunció López Obrador, pero habría que poner en claro que entre uno y otro hay diferencias insalvables, que lo que en uno puede ser una forma de engaño, es decir, pura demagogia y oportunismo, en el otro debe ser un proyecto desde el cual apoyará el viraje económico que reclama el país.

Para ser más claros, Madrazo no tiene ni el cómo ni el por qué cambiar la política económica que impuso su partido. Por el contrario, para la gente el asunto sería más neoliberalismo con la suma de una mayor proporción de corrupción, por eso sería imposible que cumpliera con la promesa que lanzó por las televisoras.

Pero eso, además, lo saben los priístas de todas partes y de todos los niveles. Por eso sabrán de inmediato que Madrazo trata de plagiar, con el cinismo que le caracteriza, los programas que trae en la bolsa el candidato de la alianza Por el Bien de Todos.

Sea como fuere, la propuesta que hizo López Obrador seguramente estará apoyada en un proyecto que la sustente, porque el valor más importante de este candidato es, sin duda, cumplir con la palabra que empeña.

Será necesario, pues, poner en la balanza el plagio y el proyecto original para darnos cuenta de qué material están hechas una y otra propuestas. No es lo mismo la palabra del priísta que la del perredista, por más que suenen parecidas.

La cosa, ahora, será para la gente no irse con la finta, y para los perredistas no buscar fantasmas donde no existen, pero saber ser, a toda costa, discretos con las estrategias que podrían sustentar a un nuevo gobierno.

Lo malo de todo esto es que los azules y sus voceros dirán, de inmediato, que uno y otro son lo mismo, si es que la oferta coincide entre uno y otro. Y si no, al tiempo.

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