Usted está aquí: jueves 1 de junio de 2006 Deportes Cosas del Futbol

Cosas del Futbol

Josexto Zaldúa

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Si como todo indica, las declaraciones de Ricardo La Volpe al diario deportivo Récord son verdad, la Federación Mexicana de Futbol debería despedirlo fulminantemente. Los colegas de la citada publicación tienen la grabación de la entrevista, realizada hace dos madrugadas en Amsterdam (Holanda), de manera que se hace imposible dar crédito al técnico, que desmiente lo publicado.

Las fotos de Récord muestran a un La Volpe relajado. No se trata de discernir sobre su real estado en ese momento; ni anímico ni de ningún otro tipo. Nadie es santo en este mundo.

Dicho lo dicho, lo cuestionable es la actitud de La Volpe. Irrespetuoso, sobrado, vaya, parece gemelo de Hugo Sánchez. Si alguien tuviera la ocurrencia de encerrarlos a ambos en una habitación, de seguro ninguno sobreviviría.

La Federación debe tomar cartas en el asunto. Las palabras de La Volpe encierran un profundo desprecio hacia quienes disienten de su rígido mundo. El timonel del Tri no ha insultado a México. Ha faltado al respeto a los jugadores, a la afición y al sentido común.

Si penosas son sus declaraciones, igualmente penosa es la respuesta de Kikín Fonseca y de sus compañeros. Si ellos se dejan insultar poco respeto pueden esperar en adelante. De la federación mexicana poco puede esperarse. Sus directivos han dado muestras sobradas de su actitud acomodaticia. Pintan poco pero, sobre todo, pintan muy mal. Al igual que La Volpe, deberían irse ya.

El tema no es si el colega de Récord, o los responsables de la publicación, debieron o no publicar una entrevista con un señor que, aparentemente, vivía en evidente estado de euforia. Por lo menos esa madrugada. Los colegas hicieron lo correcto. Ese es el trabajo de todo periodista que se precie.

Lo de fondo estriba en los dichos del seleccionador. Que sea extranjero también es lo de menos, y que además sea argentino, pues igual da. Sucede que algunos medios ya están como queriendo decir que el problema estriba en la nacionalidad de La Volpe. Claro, en un mundo como el futbolero, y más en México, a veces la bandera tricolor se ve injustamente envuelta en el patrioterismo.

Las declaraciones del técnico muestran su profundo desprecio por quienes dirige. El hecho de que tache de "estupideces" lo dicho por Fonseca, indica que LaVolpe solo cree en él. Dijimos en este espacio hace dos semanas que el argentino sería crucificado al término de la andadura mexicana en Alemania. Hoy está claro que mejor es evitar tan penosa tarea. Que lo corran.

 
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