Muchos no podían consultar lo que buscaban, debido al desorden en los anaqueles
Desencanto de usuarios en el primer día de la megabiblioteca
Los textos más solicitados fueron los de quiromancia y feng shui
La fonoteca fue uno de los espacios que más gustaron al público; tiene pianos disponibles
Asisten más de 5 mil personas
Ampliar la imagen Búsqueda de libros por usuarios de la Biblioteca Vasconcelos, durante el primer día de atención al público en el recinto de Buenavista Foto: Marco Peláez
Este jueves abrió sus puertas al público la Biblioteca Vasconcelos a las 8 de mañana en punto. Jóvenes curiosos por conocer la oferta del nuevo recinto acudieron desde esa hora para hacer uso, en primer término, del servicio gratuito de Internet.
La presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sari Bermúdez, se presentó ahí minutos antes de su apertura para dar la bienvenida a los primeros usuarios y desear suerte al personal que labora en la megabiblioteca. No hizo comentarios a la prensa ''para que no parezca una actitud proselitista", señalaron sus voceros.
Algunos de los ''técnicos especializados en servicios de información documental", como se llama aquí a los bibliotecarios, reconocieron que el sistema de clasificación de libros es complicado y que la catalogación no ha terminado, por lo que varias áreas permanecen cerradas.
Colocación errónea de libros
En el primer día de apertura de la llamada megabiblioteca, hasta las 19 horas se habían recibido 5 mil personas que llegaron ''por iniciativa propia" y unos 3 mil estudiantes para visita guiada, según informó el CNCA.
No obstante, por la mañana sólo se veía entre los pasillos y las enormes plataformas de la biblioteca a los jóvenes bibliotecarios con sus batas verdes, auxiliando a los pocos usuarios o leyendo un libro.
Muchos jóvenes se entretuvieron en las computadoras, revisando sus correos electrónicos, páginas de la enciclopedia Encarta o videos del canal Discovery.
Otras personas tuvieron problemas para encontrar los títulos que buscaban o, de plano, se quedaban sorprendidos ante clasificaciones como ésta: en el anaquel titulado ''ciencias puras" se encontraban libros como El arte en Teotihuacán (de la colección Círculo del Arte, publicada por el CNCA) o Las voces del ver, ensayos del poeta Alberto Blanco; mientras que en el anaquel de ''ciencias aplicadas" estaba un libro sobre arte tarasco.
Junto al área de lingüística se puede encontrar el best seller de la astróloga Giovanna Destino escrito en el cielo, así como algunos títulos de quiromancia y de feng shui (por cierto, uno de los temas más solicitados para consulta ayer).
En medio de ese laberinto de conocimiento, dividido en secciones supuestamente para facilitar la consulta a los usuarios, en el área de bellas artes se encontraban varios libros colocados de manera errónea, ya que junto a los volúmenes de pintura había uno sobre el modelo matemático de Lotka, de Salvador Gorbea.
Al preguntar a los bibliotecarios el porqué de tales equivocaciones, señalaron que la principal preocupación fue que ningún anaquel se viera vacío del todo.
Los empleados de la biblioteca (que van a recibir un sueldo mensual de 5 mil pesos) sugerían a los usuarios que leyeran los libros sólo cerca del área donde los tomaban y que al finalizar su lectura los dejaran en las mesas de consulta, en las que por cierto todavía no han sido instaladas las lámparas. Tampoco han llegado los carritos para transportar los volúmenes de regreso a su anaquel, ni funciona ninguno de los elevadores.
Ayer fue el último día de visitas guiadas para estudiantes de primaria y secundaria. Del 17 de mayo a la fecha acudieron en esta modalidad unos 36 mil niños, a los que se explicaron, entre otras cosas, las características de los libros en Braille, hechos con ''puntos chipotones", como dijo una guía.
Hasta el mediodía de ayer varios técnicos continuaban la labor de conectar las computadoras que ocupan el primer nivel, mientras que las de los pisos superiores seguían sin teclado y cubiertas de polvo, al igual que muchos libros y la mayoría de los ventanales.
Seis empleadas de limpieza se afanaban en trapear la zona de acceso a la biblioteca, mientras varias personas caminaban de aquí para allá en busca de servicios sanitarios en funcionamiento.
Jardín botánico a medias
Por el momento, según se informaba en la entrada, no hay préstamo domiciliario; tampoco servicio de fotocopiado ''porque no lo permiten los derechos de autor", señaló un trabajador.
La fonoteca es uno de los espacios que más gustaron al público pues, además de sentirlo ''más acogedor" (según un joven melómano) que el resto de las áreas destinadas a la lectura, cuenta con cuatro cubículos con pianos profesionales para ''uso gratuito de estudiantes de música".
En la sala infantil, el pequeño Santiago del Río, de cuatro años, acompañado de su mamá, fue el primer usuario en darse vuelo tomando cuatro libros a la vez para llevárselos a una mesa de lectura. Hasta las 13 horas ningún otro niño había llegado a ese espacio, que también cuenta con computadoras para ingresar a Internet.
Entre los muros del proyecto arquitectónico de Alberto Kalach, con el jardín botánico a medio completar, miles de libros perdidos en el tiempo esperan llegar a las manos de los lectores. Mientras, los estantes colgantes, sobre todo los más cercanos al techo, esperan ser ocupados por más libros, de todos colores y sabores, hasta llegar al millón y medio de ejemplares que prometió el gobierno foxista.