Cuestionan la moralidad del IFE
El Instituto Federal Electoral (IFE) está partidizado y actúa en favor del PAN. "Hay mano negra. De no ser así, el órgano electoral se debe deslindar públicamente de Elba Esther Gordillo", quien operó desde la Cámara de Diputados la conformación del actual consejo general, y que "aclare por qué da cabida en su seno a connotados expertos en ingeniería electoral, como Virgilio Andrade Martínez y Alejandra Latapí, consejeros electorales propuestos por el PRI".
Así lo afirmó el Frente Universitario de Apoyo a López Obrador, que, tras un mitin frente a la sede del IFE, entregó una carta dirigida al consejero presidente Luis Carlos Ugalde, donde detalla la "guerra sucia" contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos. Antes de entregar el documento, los universitarios desplegaron mantas, pancartas y se pintaron las manos de negro para denunciar que en el órgano electoral "hay mano negra".
René González y Miguel Sánchez leyeron el documento en que señalan que los universitarios "hemos atestiguado en fechas recientes una guerra sucia y sin precedente, emprendida desde el Partido Acción Nacional contra el candidato presidencial que encabeza la intención del voto y la preferencia de la mayoría del pueblo de México: Andrés Manuel López Obrador".
Añadieron que ese partido y su candidato han echado mano "de la calumnia, el dispendio de recursos de dudoso origen en radio y televisión, y una campaña negra de corte fascista". Advirtieron que, en este contexto -en que acusaron también al presidente Vicente Fox de jugar un papel importante-, "el IFE poco o nada ha hecho por limpiar la elección y asumir su papel de árbitro imparcial de la contienda".
Tras reseñar las últimas irregularidades, afirmaron tener la certeza de que el árbitro de la contienda debe garantizar la imparcialidad, transparencia y certeza de la misma, "pero la manera en que se desempeña el Consejo General del IFE ha dejado muchas dudas. No es menor que, de acuerdo con una encuesta de Parametría, de junio de 2005, el IFE es una de las instituciones de mediana confianza".
Para los integrantes del frente, resulta importante destacar cómo la confianza en el IFE fue relativamente baja -48 por ciento aproximadamente- en junio de 2002, y que para las elecciones federales intermedias en 2003 la confianza aumentó hasta 59 por ciento, para caer en los años posteriores.
José Galán