Un convoy de vehículos con granaderos de la ASE recorrió varias comunidades
Actos de intimidación policiaca a pobladores de San Salvador Atenco
"¿A qué vienen, qué quieren ahora?", los encararon vecinos con inquietud y rabia
San Salvador Atenco, Méx., 3 de junio. "¿A qué vienen, qué quieren ahora?", preguntaron con inquietud y rabia un grupo de vecinos de esta comunidad mexiquense "¡Queremos que nos madreen!", contestaron granaderos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) que incursionaron durante la noche del viernes a dos pueblos y una colonia de esta localidad.
Además de hacerlo tres veces en el transcurso del día, un convoy de vehículos con al menos 30 efectivos de la ASE se adentró, la noche del viernes, en calles de las pueblos de San Francisco Acuexcomac y San Salvador, y en la colonia Francisco I. Madero, lo que fue calificado por la gente como un nuevo acto de intimidación.
Por ello, vecinos de Nexquipayac, Acuexcomac y Atenco, así como los delegados de las dos últimas comunidades, exigieron este sábado al ayuntamiento local que haga valer el artículo 115 de la Constitución, que se refiere a la autonomía municipal, y solicite al gobierno estatal el retiro de su policía.
La noche del viernes, autoridades auxiliares de Acuexcomac convocaron a una reunión urgente, ya que la presencia policiaca, también durante la tarde del jueves, provocó un ambiente de pánico entre los menores que aún tienen presente la muerte de su vecino, Francisco Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad, durante los enfrentamientos de hace un mes con la policía.
Alrededor de las 22:40 horas, mientras los delegados y vecinos definían las medidas a tomar, en Acuexcomac apareció el convoy de granaderos de la ASE. Para sorpresa de los propios policías, el miedo se disipó de inmediato y se endurecieron los rostros de los adultos reunidos en asamblea.
De inmediato, decenas de hombres y mujeres encararon a los uniformados, querían una explicación y hacerles saber que su presencia durante la tarde provocó un ambiente de sicosis entre los menores, pero los uniformados no los escucharon.
Aceleraron sus patrullas, dos camionetas pick-up y tres vehículos Stratus, y en su huida dos unidades sufrieron un percance que no pasó a mayores y se fueron. Desde esa hora y durante el transcurso del sábado no volvieron a hacer acto de presencia.
Este medio día, un grupo de 100 pobladores de Acuexcomac arribaron hasta el palacio municipal ubicado en Atenco, encabezados por el delegado José Luis Martínez, donde entregaron al secretario del ayuntamiento, Pablo Barrios, copia del acta informativa con los acuerdos que se habían tomado hacia la medianoche.
"Exigimos, primero, la salida inmediata de los diferentes cuerpos policiacos municipales, estatales y federales; segundo, cese al hostigamiento, señalamiento y persecución de los habitantes de esta comunidad y, tercero, la libertad inmediata e incondicional de los presos", refiere el documento.
Dos horas antes, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) también sostuvieron un encuentro con el funcionario local, quien les dijo que no tenía facultades para retirar a la policía estatal, pese a que la gente le advirtió que el artículo 115 constitucional otorga facultad al municipio para ejercer medidas en materia de seguridad pública.
Pablo Barrios, en su intento por dar argumentos a la gente, le pasó el paquete a la síndico procurador, Rosalinda Martínez Morales, de quien dijo se le enviará un escrito para que resuelva la petición, "porque es su responsabilidad".
La aludida, en entrevista, se mostró indignada, y con la Ley Orgánica Municipal y la Constitución en mano demostró a La Jornada que ambos mandatos, en sus diferentes apartados, indican que el responsable directo de las medidas a tomar en materia de seguridad pública es el presidente municipal.
Sin embargo, el alcalde priísta Pascual Pineda Sánchez, nunca se presentó para atender a los vecinos de Acuexcomac, Nexquipayac y Atenco.