Usted está aquí: domingo 4 de junio de 2006 Política El debate y las mentiras

Antonio Gershenson

El debate y las mentiras

En un debate hay promesas o compromisos, y el primer cuestionamiento es: ¿son verdaderos o son mentiras? Sin esa primera cuestión, lo demás sale sobrando. ¿Qué importa prometer un viaje a Júpiter a cada ciudadano si es una vil mentira?

La izquierda, en este caso López Obrador, tiene una gran ventaja: se han cumplido multitud de compromisos en diferentes escalas durante el tiempo que encabezó la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Pero, además, varios que ahora son compromisos a escala nacional ya son una realidad en la propia capital del país.

En cambio, la derecha que ha gobernado en el plano nacional está plagada de mentiras. No hablemos de las promesas de campaña de Vicente Fox, como el 7 por ciento de crecimiento anual o la solución de Chiapas en 15 minutos. ¿Dónde está el glorioso aeropuerto de Atenco? ¿Y el complejo petroquímico El Fénix? ¿Y la enorme hidroeléctrica de La Parota en Guerrero?

No se trata sólo de mentiras, sino de ineptitud y de querer hacer las cosas al margen o en contra de la gente.

¿De qué le sirve a uno de los candidatos de la derecha presentarse como "el hombre del empleo" si el gobierno del que formó parte, que lo apoya, cuyo partido presidió, prometió millones de empleos y no sólo no los tuvimos, sino que millones de mexicanos tuvieron que ir a buscar trabajo al extranjero?

¿De qué sirve a la derecha hablar contra la inseguridad, cuando que acentúan sus causas -la miseria, la falta de educación, etcétera- y sólo promueven la delincuencia oficial mediante la impunidad?

¿Quién les creerá que van a gastar más en educación cuando han ahogado económicamente la educación pública y protegen sólo una escuela privada inaccesible al grueso de la población?

¿Quién les va a creer que el gobierno de López Obrador aumentó al triple la deuda del Distrito Federal, luego de que se demuestra con cifras y gráficas que eso es falso, y después en los espots dicen que siempre aumentó la deuda cuatro veces?, ¿por fin?

¿Quién le va a creer a Madrazo que le "fusilaron" su programa, cuando los puntos que él le plagió a López Obrador fueron publicados por éste desde mucho antes?

De modo que el debate del martes debe seguirse con atención. Debe distinguirse a quien ya hizo las cosas o tiene una estrategia sobre cómo hacerlas, de los mentirosos que saben que el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila.

 
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