Presenta ''primer estudio con evidencia sólida''
La mutilación genital femenina eleva riesgos durante partos: OMS
En el planeta, más de 100 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de la mutilación genital femenina (MGF), también conocida como ablación de las mujeres, práctica arraigada en diversos países africanos. Sobre ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este fin de semana un estudio que revela que la MGF está estrechamente asociada con una mayor probabilidad de sufrir problemas durante el parto y de incidir en la muerte del bebé.
Según la OMS, la cesárea es 30 por ciento más común en mujeres que han sido sometidas a la forma más grave de MGF, la infibulación, que es la escisión total o parcial de los genitales externos de la mujer y sutura o estrechamiento de la abertura vaginal.
La organización precisa que los casos de hemorragia posparto aumentan 70 por ciento entre las mujeres con MGF, poniendo al bebé en una situación de peligro considerablemente mayor durante su nacimiento, al grado que en 66 por ciento de los casos existe la necesidad de aplicarles reanimación.
De las tres formas de MGF existente, la tipo 3 o infibulación es la más radical, aunque las otras dos también tienen una alta influencia negativa a la hora del parto. La tipo uno consiste en la escisión total o parcial del clítoris y la dos en la del clítoris con corte total o parcial de los labios menores, y aunque la práctica varía de un país a otro, la MGF se realiza por lo general en niñas menores de 10 años, provocándoles cicatrices de diverso grado.
De igual forma, el estudio arrojó que la tasa de mortalidad entre los bebés durante e inmediatamente después del parto es también mucho mayor entre los nacidos de madres con MGF: 15 por ciento superior en los casos de MGF uno, 32 por ciento en los del tipo dos y 55 por ciento en los del tipo tres.
La estimación de la OMS refiere que en el continente africano -esta práctica es común en naciones como Ghana, Kenia, Nigeria, Senegal, Burkina Faso y Sudán- la mutilación genital ocasiona entre 10 y 20 muertes adicionales de bebés por cada mil partos.
La organización enfatizó que este es el primer estudio amplio que se enfoca en la MGF y que aporta evidencia sólida sobre sus efectos perjudiciales para las mujeres y los bebés. "Es -dice- una práctica anclada en la cultura y las tradiciones a la que hay que poner término, y a la cual la OMS se opone categóricamente porque constituye una violación directa a los derechos de las mujeres y tiene efectos adversos para su salud a corto y largo plazos", señaló el organismo, que precisó también que los motivos para llevarla a cabo son sólo culturales o religiosos, o por otras razones no terapéuticas.
En el estudio participaron 28 mil 393 mujeres de 28 centros obstétricos de seis países donde la MGF es una práctica común.