Arrecia la ofensiva legislativa antinmigrante
Bush propone al Congreso reducir las green cards para limitar ingreso de mexicanos
Ampliar la imagen El presidente George W. Bush observa un simulacro de la Patrulla Fronteriza durante su visita a un centro de entrenamiento de fuerzas federales en Artesia, Nuevo México. El mandatario realiza una gira por estados fronterizos para supervisar el reforzamiento de la vigilancia * Reuters
Ampliar la imagen En Nuevo México, el mandatario estadunidense, George W. Bush, supervisó ejercicios de capacitación de la Patrulla Fronteriza Foto: Reuters
Nueva York, 6 de junio. El presidente George W. Bush planteó hoy que el Congreso tiene en sus manos reducir el número de cédulas de residencia permanente (green cards) si considera que ingresan demasiados migrantes mexicanos. Al tiempo que observaba ensayos de detección y captura de indocumentados en la frontera, dijo que el empleo generado por el libre comercio es la solución a futuro para México.
En Washington, legisladores republicanos en la Cámara de Representantes promovieron este martes medidas antinmigrantes, entre ellas no considerar la matrícula consular mexicana como forma válida de identificación, así como rechazar el otorgamiento de la ciudadanía automática a los hijos de migrantes que nacen en Estados Unidos.
Tanto las escenas en la frontera como las posturas legislativas en Washington son expresiones de la batalla política -en gran medida dentro del propio Partido Republicano- sobre el tema.
En el debate en la cámara baja sobre proyectos de ley de apropiaciones para diversos departamentos de gobierno, incluyendo el de Seguridad Interna, varios legisladores aprovecharon para alentar enmiendas antinmigrantes. Aunque todavía no se sabe si estas iniciativas quedarán en el proyecto de ley final, sí revelan los continuos intentos de conservadores para limitar o castigar a migrantes, particularmente a indocumentados.
Por ejemplo, un representante republicano promovió que se rechazara la matrícula consular como una forma de identificación. Sobre ello, el Consejo Nacional de la Raza alertó a sus bases para presionar a sus legisladores y evitar que avance esa iniciativa. Señaló que más de 70 bancos y 800 departamentos de policía local aceptan el documento como identificación.
Otro legislador republicano busca anular el derecho a la ciudadanía para hijos de indocumentados que nacen aquí. Otras medidas consideradas fueron prohibir la entrega de fondos federales a gobiernos estatales o locales que rehúsen compartir información con autoridades federales sobre comunidades indocumentadas, evitar que el gobierno federal comparta datos sobre la ubicación y operaciones de los minutemen, u otros grupos privados que vigilen la frontera con México, así como el intento de emplear fondos para procesar nuevas solicitudes de inmigración durante 2007.
También hubo propuestas para incrementar en miles de millones de dólares los fondos para seguridad fronteriza, así como otras iniciativas que ya son tan comunes que nadie se molesta en informar sobre ellas hasta que son adoptadas en una ley. Pero el tono de la retórica que acompaña cada una de estas iniciativas muestra la feroz corriente antimigrante que persiste dentro de la política estadunidense.
Bush en la frontera
El presidente estadunidense continuó promoviendo la reforma migratoria en sus giras por Nuevo México y Texas, posó con agentes de la Patrulla Fronteriza en un ejercicio de capacitación, donde algunos agentes asumieron el papel de indocumentados que ingresaban en autobús, vagones de tren y por cruces peatonales. Señaló que la solución fácil para legisladores que temen un ingreso en demasía de inmigrantes es reducir el número de plazas de residencia permanente. "Y si el Congreso se preocupa por el número de migrantes puede limitar el número de green cards", afirmó.
En conferencia de prensa, en la escala en Nuevo Laredo, el mandatario manifestó que quienes dicen que "la solución a largo plazo para la migración es que la gente encuentre trabajo en México tienen razón. Y por eso he sido un gran promotor del TLC". Por eso, añadió, "lo primero es promover el comercio libre y justo entre México y Estados Unidos. El comercio mejora la riqueza y ofrece oportunidades a la gente".
Abundó: "el problema en México es que las oportunidades que uno puede encontrar aquí, en la frontera, no se extienden al sur del país", y señaló que mucha gente que "encontramos" en la frontera es aquella que llega desde el sur de México. Informó que habló con el presidente Vicente Fox sobre el tema, y éste le manifestó que hay 100 mil empleos vacantes en los estados norteños de México, pero que se necesitaba más educación para las personas del sur del país, para capacitarlos y pudieran trabajar en esos 100 mil empleos.
"El desarrollo económico funciona a través del comercio libre y justo, como también implementar un sistema de educación, y esa es la responsabilidad de México, esa es su tarea. Pero podemos ayudar y trabajamos con México todo el tiempo....", concluyó.
Al retomar el tema de la reforma migratoria en varios momentos, el mandatario subrayó: "continuaré llamando a que el Congreso piense sobre un plan integral. Muchos elementos de ese proyecto tienen un acuerdo común. Ahora es momento para que ellos hagan a un lado la política y cumplan la tarea en nombre del pueblo estadunidense" y aprueben una reforma integral.
Pero las medidas debatidas hoy en Washington demostraron de nuevo que el partido del presidente sigue muy dividido sobre el tema. El líder de la mayoría, John Boehner, dijo que el camino hacia una reforma es "difícil", pero cree que sí hay terreno común para continuar sobre esa tarea -lo cual podría indicar mayor disposición para negociar con el Senado sobre un proyecto de ley. Pero nadie se atreve a pronosticar si el rechazo expresado casi todos los días por los opositores a dicha enmienda podrá ser superado y si lo es cuál es el precio.
Payasadas
En el gran debate sobre el presupuesto para el Departamento de Seguridad Interna no todo el enfoque fue sobre la migración, ya que aparentemente hay otras cosas igual de serias. Una iniciativa propuesta hoy "prohíbe el uso de fondos para ciertos propósitos considerados fraudulentos o gastos inútiles, tales como espectáculos de payasos". El proyecto fue retirado antes de ser sometido a voto, y no se sabe si fue un triunfo para los payasos o si algunos políticos temían que pudiera ser utilizado como espacio de comentario en su contra.