Usted está aquí: miércoles 7 de junio de 2006 Cultura Recogen en un libro 15 años del Taller Documentación Visual

El trabajo es promovido como ''propositivo, irreverente y polémico''

Recogen en un libro 15 años del Taller Documentación Visual

Reúne una incontable producción de pintura, fotografía, gráfica, collage, ambientaciones y otros géneros

Nuestro arte es muy difícil de vender, dice ex integrante de ese colectivo a La Jornada

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen Una de las obras incluidas en el libro 15 años del Taller Documentación Visual, publicado por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM

Entre 1984 y 1999, dentro de la Academia de San Carlos y por iniciativa de un diverso grupo de estudiantes y artistas -Antonio Salazar como impulsor fundamental, además de Marco Aulio Prado, Enrique Méndez, Gabriel Castro Rocha y Sergio Carlos Rey-, tuvo vida el Taller Documentación Visual.

Durante esos 15 años los integrantes crearon, de manera colectiva, sin firmas individuales y en el espíritu renacentista de los talleres de maestros y aprendices, una incontable producción en pintura, fotografía, gráfica, collage, ambientaciones y otros géneros.

Una pequeña muestra de esa experiencia es recogida ahora en el libro-arte objeto 15 años del Taller Documentación Visual, el cual es promovido como ''propositivo, irreverente y polémico", el cual aborda temas disímbolos, como la guerra, el sida, la artesanía, la muerte, el arte, la religión, el dinero y la cultura gay, entre otros.

El libro, de pasta rosa y editado por la Escuela Nacional de Artes Pláticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con aportaciones de los ex talleristas, cuenta con 584 páginas, 452 imágenes a color y 21 artículos sobre teoría del arte, análisis visual, crítica e historia del arte.

''En un principio éramos cuatro o cinco integrantes del taller. Algunos vertíamos nuestras ideas, se discutían y se comenzaba a trabajar la obra. Si ésta no nos complacía, a veces volvíamos a hacer otra versión. Calculo que hacíamos alrededor de unos 10 cuadros de un formato en un mes", evoca en entrevista Sergio Carlos Rey, diseñador y uno de los fundadores del Taller Documentación Visual.

''Más tarde vimos la necesidad de integrar gente que nos ayudara. Así como en un principio algunos fuimos los chalanes, después tuvimos compañeros colegas, nuestros chalanes. Inclusive recuerdo que alguna vez tuvimos una exposición de chalanes del Taller Documentación Visual."

Obreros del arte

Algunas de las ideas centrales eran asumirse como ''obreros del arte" y "masificar la obra", agrega Rey. ''Nuestro punto de vista era que la obra debe llegar a toda la gente. Y algo determinante era que, en colectivo, era obra de todos. Ahí no podía haber firmas, se firmaba como taller y así lo entendíamos, aunque cada uno de nosotros tenía su obra personal hecha en tiempo robado al trabajo del taller, donde nos pagaban como obreros del arte".

Reconoce que sí había muchos conflictos ideológicos sobre cómo representar la obra. ''Pero ahí mismo los discutíamos, los aclarábamos, y si no nos gustaba, pues lo volvíamos a hacer. Era algo muy abierto. La verdad es que fue muy padre trabajar en el taller. Había muchos que llegaban a ver nuestro trabajo.

''Han existido muchos colectivos, pero trabajan la obra con una sola ideología. Aquí no, aquí trabajábamos todos el mismo cuadro u obra a la vez. Fue algo que siempre nos cuestionaron."

Comenta acerca de por qué concluyó esa experiencia luego de 15 años. ''Era una etapa que teníamos que concluir como artistas plásticos y cada uno siguió su propio camino. Algunos nos disolvimos en otras actividades en la misma Academia de San Carlos. Yo, por ejemplo, entré como jefe de diseño, aunque seguí colaborando más adelante".

Libro de autor, colectivo

La intención de editar un libro que recogiera parte de la gran cantidad de material fue de Antonio Salazar, dice Rey, para tener una memoria visual de ese trabajo. De todas esas obras, la mayoría permanece en la academia, algunas se donaron a instituciones y muy pocas se vendieron porque, comenta, ''nuestro arte es muy controversial y es difícil de vender".

Aparte de las aportaciones económicas de los ex integrantes del taller, éstos también se encargaron del diseño, la edición, el cuidado y la impresión, debido a lo cual es asumido como un ''libro de autor", obviamente, también colectivo.

De estructura y diseño singular, el libro 15 años del Taller Documentación Visual está dividido en varias secciones: presentaciones sobre el libro y la historia del colectivo, semblanzas de los talleristas, teoría del arte y la muestra de la obra plástica creada, dividida también por secciones y no en orden cronológico.

El volumen se distribuyó durante un tiempo en Gandhi, pero pronto podrá encontrarse en otros espacios. Mientras, puede adquirirse en la Academia de San Carlos, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y en las librerías universitarias.

''Vender obra de arte es difícil, pero vender libros de arte lo es más. Pero ahí vamos, aunque no buscamos lucrar sino sólo recuperar la inversión", señala.

 
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