Alcanzó a concluir su proyecto de grabar la obra integral de Manuel M. Ponce
Falleció Manuel López Ramos, maestro e impulsor de la cultura guitarrística
Los restos del músico y docente universitario fueron cremados ayer
Víctima de una afección cardiaca, la noche del lunes falleció el guitarrista Manuel López Ramos, a los 76 años de edad. De origen argentino, hermano de la actriz Marga López, el músico tenía más de 40 años radicando en México, donde se destacó como intérprete y maestro de guitarristas. Sus restos fueron velados en Gayosso Félix Cuevas y cremados ayer por la tarde.
El guitarrista Ernesto Martínez, uno de los alumnos más cercanos a López Ramos, proporcionó a este diario los pormenores del deceso. Indicó que hace unos días había ingresado a un centro hospitalario, donde fue sometido a una intervención quirúrgica de corazón, de la cual no se recuperó.
Despertar de una vocación
Manuel López Ramos nació en Buenos Aires, en septiembre de 1929. Criado en el seno de una familia dedicada y amante de la música, definió su vocación guitarrística a principios de 1941, influido por el español Andrés Segovia. Estudió con uno de los profesores más notables de su país, Miguel Michelone.
En 1948 recibió el premio de la Asociación de Música de Cámara Argentina. A partir de entonces empezó a viajar ofreciendo conciertos en distintos países. En uno de los cuales llegó a México, donde residía desde los años 50 del siglo pasado.
Aquí fue ampliamente reconocido su trabajo como maestro, promotor y difusor de la música para guitarra. Apenas el año pasado se había reditado el segundo volumen de la serie discográfica Testimonio de un guitarrista, que reúne un conjunto de grabaciones de Manuel López Ramos, en las que destaca su alto nivel interpretativo.
El volumen, editado por la Academia de Artes y la disquera Luzam, incluye, entre otras obras, la música que el italiano Mario Castelnuovo-Tedesco (Florencia 1885-1968) compuso, a instancias del guitarrista Andrés Segovia, inspirado en el conocido poema en prosa de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo.
Concebido como un espectáculo para actor y guitarra, en la versión grabada por López Ramos se registran 10 de los 28 episodios originalmente escritos por Castelnuovo-Tedesco. En la lectura de los textos participó la hermana del guitarrista, Marga López, la renombrada actriz, también fallecida.
Además de Platero y yo, Testimonio de un guitarrista II contiene las siguientes obras: Norteña, de Jorge Gómez Crespo; Serenata, de Joaquín Malats; Homenaje a Debussy, de Manuel de Falla; Mallorca, de Isaac Albéniz, y Folía de España, del mexicano Manuel M. Ponce.
Durante la presentación del volumen, el músico Manuel de Elías elogió la labor interpretativa y docente de Manuel López Ramos, quien ''ha hecho una verdadera y muy valiosa escuela de guitarra, y yo diría 'La' escuela de guitarra, no sólo para México, sino para una amplia región del continente".
Sonido voluptuoso y penetrante
Manuel López Ramos trabajó como solista en distintas orquestas y con notables directores. Impartió clases en las universidades de Arizona, Nacional Autónoma de México, de Santa Clara (California) y en los colegios Estatal de San José; el Spring Hill en Alabama, y en la Universidad de Eastern Michigan.
López Ramos también fue reconocido por su talento musical y docente en países como Rusia, Polonia, Francia, Inglaterra, Holanda, Alemania, Brasil y Estados Unidos.
El guitarrista alcanzó a concluir uno de sus proyectos más ambiciosos, que era grabar la obra integral de Manuel M. Ponce, en cinco cidís, para lo cual contó con la participación de varios de sus alumnos.
El interviene en los volúmenes 4 y 5. La grabación fue producida por el guitarrista, también alumno de López Ramos, Raúl Zambrano, quien informó que saldrá a la venta aproximadamente en un mes, precisamente con el título La obra integral de Manuel M. Ponce.
Se trata -dijo- de un acontecimiento significativo en la historia y la cultura musicales de México.
Zambrano, quien fue alumno de Manuel López Ramos durante 10 años, se hizo eco del reconocimiento a su calidad docente, pero sobre todo elogió su calidad interpretativa:
''De todos los que grabamos la obra de Manuel M. Ponce, su sonido era el más genial, el más voluptuoso, el más penetrante; su manera de encarar la música, sus audacias, sus ideas, eran geniales. Su solvencia como instrumentista era fuera de serie."