Gasta 66 mil dólares al día por arrendar una plataforma; erogó 72 mdd en 3 años
Explora Pemex pozos en aguas profundas con equipo rentado
La petrolera calcula que encontrará yacimientos de crudo con 45 mil millones de barriles
Analiza Sener cancelar el gasoducto que cruza San Juan Ixhuatepec por ser un severo riesgo
Con equipos y tecnología alquilados para perforar pozos petroleros en aguas profundas, Petróleos Mexicanos (Pemex) se lanzó al fondo del Golfo de México en busca de nuevos yacimientos de hidrocarburos, en particular en la región limítrofe con Estados Unidos y en las cercanías de la región conocida como Hoyo de Dona, revelan documentos internos de la paraestatal.
Pemex cuenta ya con tres proyectos de perforación en aguas profundas, adicionales a los pozos Nab 1, descubierto a finales de 2004, y Noxal 1, en el que se calculan reservas casi similares a las del campo Cantarell, localizado frente a las costas de Campeche, y que supuestamente debería haber iniciado su producción en abril pasado.
De resultar ciertas las estimaciones de la paraestatal, en el Golfo de México existirían yacimientos de crudo con 45 mil millones de barriles, una cantidad similar a la suma de las reservas probadas, 17 mil 650 millones de barriles; probables, 15 mil 836 millones, y posibles, por 13 mil 428 millones de barriles, que conforman un gran total estimado en 46 mil 914 millones de barriles.
Tras los descubrimientos de Nab 1, en la Sonda de Campeche, y Noxal 1, este último localizado a unos 100 kilómetros de Coatzacoalcos, Veracruz, Pemex comenzó un intenso despliegue de recursos técnicos y financieros para ampliar el horizonte de exploración en las aguas profundas del Golfo de México.
Aunque tarde, uno de los principales objetivos fue la región limítrofe con Estados Unidos en el Golfo de México, donde desde hace seis años empresas de ese país han desarrollado importantes campos petroleros, lo que habla del potencial del área. Del lado mexicano la zona se conoce como Area Perdido, que se extiende hacia el sur en lo que se conoce como Golfo de México Sur.
Pero la zona más extensa es la que se denomina Golfo de México B, la cual se encuentra al oriente de Perdido y Golfo de México Sur, y representa, por la profundidad, la más problemática, aunque también la que, según las estimaciones, contendría los mayores recursos energéticos. Esta región marina se extiende hacia la zona que conforma el Hoyo de Dona, en la que están interesados, también, los gobiernos de Estados Unidos y Cuba.
Campanas al vuelo
Tras los resultados positivos de la exploración del pozo Noxal 1, el más hondo excavado en aguas profundas del Golfo de México, Pemex intensificó los trabajos para corroborar el potencial del nuevo campo petrolero, calculado en 10 mil millones de barriles.
En el primer trimestre de este año, la confianza en las posibles reservas localizadas en aguas profundas motivó que la paraestatal lanzara convocatorias internacionales para el arrendamiento sin opción a compra de por lo menos 13 plataformas de perforación, a lo que destinará un gasto cercano a un millón de dólares al día.
De acuerdo con experiencias previas, la perforación de un pozo petrolero tarda entre cinco y seis meses, lo que llevaría el gasto a unos 180 millones de dólares, sólo por arrendamiento de equipo y tripulación para su operación y mantenimiento integral.
Los trabajos exploratorios del Noxal 1 comenzaron hace tres años y para llevarlos a cabo Pemex arrendó la plataforma Ocean Worker a la empresa estadunidense Diamond Offshore, a fin de realizar las diferentes tareas, en particular, la perforación.
Esa plataforma de perforación permitió llegar a campos con profundidades superiores a los 4 mil metros, cuando la mayoría de los campos petroleros de Pemex localizados en aguas del Golfo de México se encuentran en lo que se denominan ''aguas someras'', es decir, con tirantes de agua no mayores a 100 metros.
Hasta el momento se consideran pozos de aguas profundas Nab 1, descubierto en 2004, y Noxal 1. Este último es el de mayor profundidad y el que más expectativas ha despertado, ya que por su potencial se situaría entre los 10 más grandes del mundo.
La falta de tecnología para llegar a mayores profundidades en las aguas del golfo le cuesta a Pemex unos 66 mil dólares al día sólo por el arrendamiento de la plataforma Ocean Worker. Con esto, la petrolera mexicana ha gastado más de 72 millones de dólares (unos 800 millones de pesos).
Perforadores a la carga
A partir de que se anunció oficialmente la existencia del Noxal 1 el pasado 15 de marzo, Pemex intensificó los trabajos para concluir la perforación del prometedor pozo petrolero y corroborar el potencial existente.
Paralelamente la paraestatal publicó las ''prebases'' para el ''arrendamiento sin opción a compra'' de plataformas marinas autoelevables, tipo cantiliver de patas independientes con capacidad de perforación mínima de 20 mil pies de profundidad (más de 6 mil 600 metros).
Con base en la referencia de la plataforma Ocean Worker, la paraestatal tendrá que erogar un millón de dólares al día, o 180 millones de dólares durante el periodo de seis meses que tarda en concretarse una perforación a 4 mil metros de profundidad.
EU necesita contratos más largos de GNL, dice Greenspan
La Secretaría de Energía analiza seriamente la posibilidad de cancelar el gasoducto que cruza las poblaciones de Venta de Carpio y San Juan Ixhuatepec, en el estado de México, ante los severos riesgos que representa para los habitantes de la zona, reconoció el titular de la dependencia, Fernando Canales Clariond.
Ese ducto operado por Pemex es el principal suministro de gas licuado de petróleo para la zona metropolitana del Valle de México, del cual se surten seis empresas para su venta al menudeo. Canales dijo que las instancias federales deberán tomar una decisión respecto a la clausura de ese ducto, ya que es de interés de todos y responsabilidad de la Sener garantizar la seguridad energética.
Informó que la dependencia ya contrató a una firma especializada para evaluar la seguridad de la línea de transporte del energético, y el resultado se conocerá en breve.
Paralelamente en Dallas, Texas, la compañía estadunidense Tidelands Oil and Gas Corporation anunció que su subsidiaria Terranova Energía fue autorizada por las autoridades reguladoras mexicanas para iniciar la construcción de dos gasoductos transfronterizos. La empresa, con sede en San Antonio, Texas, explicó que las obras servirán para la importación y exportación de gas entre Estados Unidos y México.
En tanto, desde Washington, el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, declaró que Estados Unidos necesita contratos más largos con los productores de gas natural licutado (GNL) y construir terminales de regasificación, para que ese recurso energético alivie a la economía estadunidense de su dependencia del petróleo.
Así, Tidelands está centrada en la creación de infraestructura en México mediante la cual el país pueda importar cantidades adicionales de gas natural para abastecer clientes residenciales, industriales y comerciales en el noreste mexicano.
La compañía informó que la autorización emitida por la Comisión Reguladora de Energía de México permite a su subsidiaria Terranova la construcción de los gasoductos Terranova Occidente y Terranova Oriente.
La sección Occidente contendrá un gasoducto de 76 pulgadas de diámetro que se extenderá a lo largo de 323 kilómetros desde la comunidad fronteriza de Nuevo Progreso en Tamaulipas, al Campo de Almacenamiento Brasil, en el sur de Texas.
El gasoducto cruzaría la frontera en la Estación Donna, en el condado de Hidalgo, lo que daría la oportunidad de interconectarlo con los de las compañías Tetco, TGPL y Texas Gas Services, y posiblemente Houston Pipeline, Calpine y Kinder Morgan.