Redactan acuerdo por la equidad, la legalidad y la gobernabilidad; la firma, el martes
Solicitan partidos al IFE auditoría para verificar fiabilidad del padrón electoral
Por unanimidad, los partidos políticos acordaron solicitar al Instituto Federal Electoral (IFE) una auditoría "para verificar la confiabilidad del padrón electoral" y de los programas de resultados preliminares y de conteo rápido.
Los representantes partidistas redactaron ayer el Acuerdo democrático por la equidad, la legalidad y la gobernabilidad, que firmarán los presidentes de los institutos políticos el martes próximo en una ceremonia programada para realizarse en la sede del IFE, organimo que en esta ocasión será sólo "testigo de honor".
En el acuerdo, cuyo cumplimiento es de buena voluntad, toda vez que no prevé sanciones, se destaca la solicitud al presidente Vicente Fox para que no declare al ganador de la contienda electoral (lo cual sí hicieron anteriores mandatarios) y sólo exprese su opinión una vez que el IFE emita los resultados finales de la jornada electoral del 2 de julio.
De igual forma, los partidos se comprometen a aceptar los resultados electorales, sin que esto sea impedimento para interponer impugnaciones por los cauces previstos en la ley. Al respecto, se aclaró que los candidatos y ciudadanos podrán expresarse libremente, inclusive en la calle, siempre que no se vulnere el marco jurídico vigente.
Todos los partidos, incluido Acción Nacional (PAN), aceptaron las propuestas que llevó a la mesa el sol azteca (al menos tres de los seis puntos que integran el documento, como condición para adherirse al pacto), especialmente el relativo a la auditoria al padrón electoral, en el que participarán "técnicos" enviados por cada uno de los institutos políticos.
Aunque los voceros del encuentro afirmaron que la auditoria al padrón electoral no fue consecuencia de la participación de la empresa Hildebrando SA de CV (propiedad de Diego Zavala, cuñado del candidato presidencial panista, Felipe Calderón) en la elaboración del software que sustenta esa base de datos, señalaron que la revelación en la prensa del asunto incidió en la decisión.
Los involucrados -reunidos por más de dos horas en un salón del hotel Presidente, en Polanco- pusieron como objetivo de esta negociación "distender el ambiente existente y superar las condiciones de polarización que se han venido dando en los comicios en curso".
Al respecto la secretaria general del Partido Revolucionario Institucional, Rosario Green -quien acudió en representación del presidente del tricolor, Mariano Palacios-, calificó el documento de histórico, pero dejó en claro que la aceptación de los resultados electorales no cancela la posibilidad de ejercer derechos y garantías individuales.
"Si hay expresiones ciudadanas, lo único que queremos es que sean ordenadas, con apego a derecho. Lo que no podemos tener es violencia en las calles."
A su vez, el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Leonel Cota, señaló que los puntos fundamentales del pacto se refieren a la auditoría del padrón, pero sobre todo a la actitud del Presidente. "Si (Fox) no saca las manos del proceso, estaremos firmando un acuerdo al vacío", advirtió.
Por su parte, el dirigente del blanquiazul, Manuel Espino, consideró que existe un clima adecuado para la firma del acuerdo y, según fuentes consultadas, no hubo fricción del líder del PAN con su homólogo perredista, aun cuando este último puso en la mesa del diálogo el caso del llamado cuñado incómodo.
Todos aceptaron que el pacto cobre vigencia de inmediato, aunque se evitará la participación directa, en la firma correspondiente, de Fox y de los candidatos.
El documento final fue redactado con premura, apenas dos días después de que los aspirantes presidenciales manifestaron -durante el debate del martes- su voluntad de adherirse a este pacto.
El acuerdo coloca en primer lugar el respeto de las reglas de competencia y reconoce al IFE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como únicas autoridades competentes para conducir el proceso y resolver las controversias e inconformidades que pudieran suscitarse.
Exige al Presidente, a los gobernadores, al jefe de Gobierno del Distrito Federal, a los delegados y a los alcaldes no intervenir "en el proceso electoral"; comprometerse a no operar políticamente a favor o en contra de candidato alguno; no usar los programas sociales en ese sentido y abstenerse de realizar cualquier acto y emitir cualquier expresión, por cualquier medio, en relación con las campañas electorales.