El problema de la copia ilegal de libros ''se encamina hacia las nuevas tecnologías''
Reprografía, gran escollo para editores andaluces
Granada, 8 de junio. En Andalucía el principal peligro para la industria editorial es la reprografía, no sólo mediante la fotocopiadora sino la que se realiza en Internet, con la posibilidad de bajar libros completos de la red, señaló José Antonio Arráez, presidente de la Asociación de Editores de Andalucía (AEA), que reúne a 71 sellos, en el contexto del debate nacional por el anteproyecto de una nueva ley del libro que abrogaría la de 1975.
''En España no existe la piratería, pero la reprografía causa mucho daño, sin embargo sobrevivimos. Hoy el problema de la copia ilegal ya está reduciéndose, pero se encamina hacia las nuevas tecnologías'', manifestó Arráez, quien confió en que este 2006 se efectúe el lanzamiento definitivo de la industria editorial andaluza, que mueve 50 millones de euros al año dentro del país y 15 millones por exportaciones. De ese monto, la mitad corresponde a su presencia en el mercado mexicano.
Andalucía, invitada a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, representa el tercer lugar dentro de la edición en España, después de Madrid y Barcelona, y la mayoría de las editoriales andaluzas son pequeños sellos especializados que lanzan 3 mil 200 novedades al año y tienen un catálogo vivo de 12 mil 500 títulos, no sólo de poesía y narrativa, sino de medio ambiente, gastronomía, costumbres y flamenco.
Estos son los rasgos de la industria editorial andaluza en medio de una nueva polémica en torno del libro, por la discusión del anteproyecto de la Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, y por eso ''hay un poco de tensión", dijo Arráez.
Por la aplicación del precio fijo
José Moyano, de la editorial Edebé y vocal de educación de la asociación, explicó que uno de los puntos centrales es acerca de los libros de texto, toda vez que, aunque en España se mantiene la ley del precio fijo, un decreto de 2000 permite ofrecer el libre descuento para este rubro, lo que está provocando graves daños a los canales de distribución y a las librerías, de las cuales Andalucía cuenta con unas 200 distribuidas en todas sus provincias.
Los editores demandan que ese decreto de hace seis años se suprima y se aplique el precio fijo, o de lo contrario que el costo de los libros de texto se libere totalmente.
Una de las batallas particulares de la industria editorial en esta región es la creación de un centro de distribución del libro andaluz, además de su participación en los programas locales de fomento a la lectura, por ello, en 2000 tanto los editores de la AEA como los sindicatos y el gobierno firmaron el Pacto Andaluz por el Libro y la Promoción de la Lectura, y recientemente se dio a conocer el Plan de Lectura y Bibliotecas, que prevé una aportación de 20 millones de euros.
Asimismo, otro de los proyectos que se discuten en Andalucía es la consolidación de un acuerdo con Marruecos para coeditar o colaborar en la publicación de libros.