Usted está aquí: sábado 10 de junio de 2006 Política Irrita a panistas que el PRD les llevara los documentos del caso Hildebrando

Enfrentamiento verbal al arribo de perredistas a la casa de campaña de Calderón

Irrita a panistas que el PRD les llevara los documentos del caso Hildebrando

Sólo cumplimos la petición del aspirante blanquiazul, señala Jesús Ortega

ROSA ELVIRA VARGAS

Ampliar la imagen Perredistas del equipo de Andrés Manuel López Obrador a su llegada a la casa de campaña del candidato de AN, donde los panistas los despidieron con gritos Foto: Francisco Olvera

Ampliar la imagen Perredistas del equipo de Andrés Manuel López Obrador a su llegada a la casa de campaña del candidato de AN, donde los panistas los despidieron con gritos Foto: Francisco Olvera

El arribo de los integrantes del equipo de Andrés Manuel López Obrador a la casa de campaña de Felipe Calderón Hinojosa para entregar los documentos que probarían los beneficios obtenidos por Diego Zavala durante la gestión de su cuñado en la Secretaría de Energía, devino en intercambio de acusaciones y consignas, con una escena final en la que exacerbados panistas entre gritos y manoteos siguieron hasta sus autos a los enviados de la coalición Por el Bien de Todos.

El PAN buscó revertir el arribo a su territorio de los representantes de López Obrador. Hizo su propio montaje y llamó al notario Roberto Garzón Jiménez para "demostrar'' que Calderón Hinojosa "jamás firmó un contrato por 2 mil 500 millones de pesos'' en favor de las empresas de Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo.

Pero, a todas luces, no consiguieron su objetivo. Entre la aglomeración de reporteros, fotógrafos y camarógrafos, la voz de Claudia Sheinbaum logró imponerse a las increpaciones de Juan Camilo Mouriño, el coordinador de la campaña de Calderón Hinojosa. En tono casi didáctico ella le aclaró una vez más que nadie ha dicho que Calderón Hinojosa otorgó un contrato a las empresas de su cuñado por tal cantidad.

Contenida, reseñó todo aquello que se ha difundido con profusión en estos días. Esto es, la forma como las empresas Hildebrando SA de CV y Meta Data SA de CV recibieron contratos con empresas del sector energético cuando Calderón Hinojosa ya era titular del ramo; de los 2 mil 500 millones obtenidos como ingreso en cinco años, y del incumplimiento de las obligaciones fiscales sobre ese dinero. De paso les recordaba que el propio Diego Zavala admitió ya, públicamente, haber suscrito contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex).

Pero Mouriño y César Nava, vocero del PAN, porfiaban: "Muestren ante notario público un contrato firmado por el licenciado Felipe de Jesús Calderón Hinojosa en su calidad de secretario de Energía beneficiando a Diego Zavala Gómez del Campo a la empresa Hildebrando o a la empresa Meta Data''.

Los perredistas, viejos lobos en las discusiones de asamblea, fogueados en el cara a cara, no se inmutaban. Y se dirigían al notario público para comentarle del contenido de sus cajas e informaban a los panistas del inicio de una nueva gestión ante diversas dependencias del gobierno federal -con base en los números de los contratos en su poder- para obtener datos sobre las operaciones que se realizaron a favor de las empresas de "Diego Zavala y sus hermanos'' y anexarlas al expediente.

"Nosotros lo que hemos planteado, de manera muy clara, es que hay un enriquecimiento al parecer al cobijo del poder; que esta empresa ha sido privilegiada con contratos que le permiten no pagar impuestos; y, de manera muy importante, que han tenido ingresos por 2 mil 500 millones de pesos y que, no obstante eso, se reportan sin ganancias''.

¡Felipe, Felipe!, sólo decían

Así, y una vez salvado el "diablito'' en el que habían transportado las cajas, Claudia Sheinbaum, los diputados Horacio Duarte, Gonzalo Yáñez, Juan José Ochoa y los senadores Jesús Ortega, Elías Moreno Brizuela, dejaron el patio de la casa de campaña. Entonces, el bien portado panismo perdió los estribos. El coraje de Juan Camilo Mouriño se convirtió en consigna y decenas de jóvenes voluntarios y militantes de la causa blanquiazul fueron tras aquellos para espetarles: "¡Felipe, Felipe!'', mostrando el símbolo de las manos limpias. En clara desventaja numérica, la respuesta de "¡Obrador, Obrador!'', de los otros resultó inaudible.

Enseguida, desde el cuartel panista empezó a crecer otra proclama: "¡las cajas están vacías, las cajas están vacías!'', lo que en rigor no era tal, sino que las susodichas cajas eran mucho más grandes que su contenido. Pero un perredista reviró presto: "¡las arcas están vacías... porque no pagan los impuestos!''

Mientras tanto, Jesús Ortega explicaba que ellos sólo habían cumplido la petición de Calderón Hinojosa de que se presentaran las pruebas y eso habían hecho.

Nervioso y, por si hiciera falta, reiterando su condición de "imparcial'' en el lugar, el notario Garzón se marchaba presto. Y al hacerlo, llevaba consigo una caja con los documentos que la gente de la coalición había entregado momentos antes.

 
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