El célebre cuadro de Picasso llegó hace 25 años a España y se exhibe en Madrid

Reclaman nacionalistas vascos el Guernica para mostrarlo en Bilbao

La obra está en una condición de ''fragilidad total'' y no debe salir del Reina Sofía, advierte la directora del museo

De enrollarlo, se le causarían ''daños irreparables''

AFP

Madrid, 9 de junio. Los nacionalistas vascos aprovechan el proceso de paz en Euskadi (norte) para reactivar su reivindicación de exponer en su tierra el célebre cuadro Guernica, de Picasso, que hace exactamente 25 años llegó a España y se encuentra en el Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid.

Para muchos, el Guernica es un símbolo universal de los horrores de la guerra, inspirado en el bombardeo contra la ciudad de Gernika perpetrado por la aviación nazi, aliada de Franco, el 26 de abril de 1937, que causó unos mil 600 muertos. Pero para los vascos, el cuadro tiene otro significado, pues consideran que esa ciudad es la cuna de su identidad nacional.

Es allí, bajo un roble centenario, donde los reyes de España juraban respetar los ''privilegios'' vascos.

Desde hace 25 años, es ante la sombra de ese árbol que el jefe del gobierno regional vasco, el lehendakari, jura su cargo: ''ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Gernika, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo''.

La entrega ''temporal o definitiva'' del cuadro permitirá ''cerrar la transición e iniciar el proceso de pacificación'' en el País Vasco, alentado por el cese el fuego permanente decretado el 22 de marzo pasado por la organización separatista vasca ETA, estima Eusko Alkartasuna, formación social del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Petición formal del gobierno vasco

El gobierno vasco pidió formalmente el 11 de abril al Ejecutivo central el traslado ''temporal'' de la famosa pintura de Pablo Picasso para exponerla en el Museo Guggenheim, de Bilbao, con motivo del 70 aniversario de la destrucción de Gernika.

Pero el cuadro del pintor malagueño, que pasó casi toda su vida en el exilio, es una pintura agotada por los numerosos viajes que ha debido efectuar desde su creación, a pedido de los republicanos españoles para la Exposición Universal de París, en 1937.

El Guernica recorrió el mundo en diversas exposiciones destinadas a recabar fondos para la causa republicana, aplastada por los golpistas de Franco tras la Guerra Civil española (1936-39).

Para la directora del Centro de Arte Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar, el veredicto se resume en una sola palabra: ''Nunca''.

El Guernica no se moverá de su refugio actual, pues ''el cuadro está en un estado de conservación muy delicado, de una fragilidad total'', afirmó a la Afp.

La obra es una tela de 3.5 por 7.7 metros, que ya en 1957 emprendía un viaje hasta el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa).

En esa ocasión y para corregir fisuras, desgarros o puntas dobladas, se le pasó una capa de cera. Por esa razón, ahora es imposible enrollarlo, pues ello causaría un ''efecto vela'', es decir, que la vibración de la tela provocaría ''daños irreparables'', según expertos consultados en 1997 por el Centro de Arte Reina Sofía.

Picasso quería que su pintura se quedara en el MoMa, excepto para regresar a España ''cuando las libertades públicas fueran restablecidas''.

Esta célebre pintura llegó a España en 1981, seis años después de la muerte del dictador Francisco Franco, que permitió la vuelta de la democracia.

Proponen colocación en un cofre

Desde el lunes por primera vez, de forma conjunta, el Museo del Prado y el Reina Sofía celebran los 25 años de la llegada a España del Guernica, que en un primer momento fue exhibido en el Casón del Buen Retiro y en 1992 transferido al Reina Sofía.

Algunos expertos piensan que el cuadro podría ser trasladado una vez más, en su estructura, colocado en un cofre con todas las medidas de protección en cuestión de humedad, temperatura y vibraciones.

Pero al parecer no hay nada que hacer. La ministra española de Cultura, Carmen Calvo, se negó a ordenar un nuevo informe técnico, afirmando que no quiere mezclar el Guernica con la ''desaparición del terrorismo. No hago política con las piezas del patrimonio público'', afirmó Calvo.

Los nacionalistas vascos reivindican el Guernica desde que llegó a España. El PNV resume su frustración en una frase lapidaria: ''Nosotros pusimos los muertos y ellos disfrutan del cuadro''.