Usted está aquí: domingo 11 de junio de 2006 Política Ganó la política económica alternativa

Antonio Gershenson

Ganó la política económica alternativa

Durante el debate, y en repetidas ocasiones, Andrés Manuel López Obrador insistió en la necesidad de cambiar la política económica vigente, y sustituirla por otra alternativa. Desde que se discutió el asunto de la inseguridad, planteó que para combatirla, lo principal, además de reconstruir el sistema educativo, era cambiar la política económica, reducir las desigualdades, crear nuevos empleos y, con ello, crear un clima de mayor tranquilidad.

Más adelante dijo que tenemos que cambiar la política económica, incluyendo el presupuesto, para atender las necesidades de la mayoría. Y así, en repetidas ocasiones.

Lo que muchos no notaron es que en ninguno de los casos, ninguno de los otros candidatos refutó, o quiso atacar, un punto tan fundamental. El planteamiento del cambio en la política económica ganó "por default", sin que nadie se le pusiera enfrente.

Nadie dijo, ni siquiera, lo que se había afirmado en un sentido similar a esa refutación. Nadie habló de no cambiar de caballo, de que así estamos bien y entonces para qué cambiar, etcétera.

Entonces, ¿dónde quedó la vieja política económica? ¡Salió, en un ejemplo, ahora muy de moda, al final del debate! La vieja política económica, con unos cuantos privilegiados que ni siquiera pagan impuestos, con apoyos en los altos funcionarios, apareció al entregar López Obrador el expediente del "cuñado incómodo" de Calderón.

El fondo del asunto es lo que describimos desde el principio: un triunfo ideológico de la política económica alternativa. Pero la forma que asume un golpe a la vieja política es el señalamiento primero, luego la publicación y finalmente la comprobación documental del caso Hildebrando y empresas asociadas. Los dueños originales son los cinco hermanos Zavala, principalmente Diego Hildebrando, incluyendo a la esposa de Calderón, Margarita.

Las pruebas incluyen decenas de documentos del Registro Público de la Propiedad, en los que se hace constar el proceso de formación, venta y otros cambios de las 19 empresas participantes; incluyen adjudicaciones sin concurso, incluso una de Pemex Exploración y Producción de 60 millones de pesos, con el número de adjudicación 18575002-0175-04 (las hay de varias empresas públicas); incluyen concursos y fallos en los que estas empresas resultan reiteradamente "ganadoras". Estas adjudicaciones, fallos, etcétera, están en Compranet, sitio de Internet usado para los concursos del sector público. También hay pruebas de la evasión fiscal.

De modo que no puede la derecha asustada y furiosa decir que estos datos fueron inventados. Son pruebas documentales de lo más sólido que puede haber. Y entre los resultados de estas empresas tenemos ingresos por, en números redondos, mil millones de pesos.

La vieja política económica, entonces, está al borde de la crisis. A menos de un mes de las elecciones nacionales, exhibió un ejemplo... ejemplar.

 
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