Los caribeños terminaron con 10 jugadores por la expulsión de Avery John
Logra Trinidad y Tobago su primer punto en un Mundial con el empate ante Suecia
Ampliar la imagen Duelo en el aire entre Henrik Larsson (izquierda) y el trinitario Dwight Yorke Foto: Ap
Ampliar la imagen Carlos Edwards, de Trinidad y Tobago, y Erik Edman tuvieron dura pelea en el mediocampo Foto: Ap
Ampliar la imagen Brent Sancho en una acción con Zlatan Ibrahimovic que demuestra la entrega de los caribeños Foto: Ap
Dortmund, 9 de junio. La selección de Trinidad y Tobago se despojó este sábado del mote de cenicienta que trajo al Mundial de Alemania 2006, al empatar ante Suecia sin goles, con 10 hombres, a raíz de una expulsión y una defensa amurallada, cuyo héroe fue el arquero Shaka Hislop.
Inglaterra quedó como único puntero del grupo B con tres unidades tras doblegar ajustadamente a Paraguay con un gol en contra del Colorado Carlos Gamarra, delante de Suecia y Trinidad y Tobago.
Suecia, que jugó en ventaja numérica todo el segundo tiempo, por la expulsión de Avery John al minuto 46, tropezó con su propia incapacidad de generar espacios mediante jugadas creativas o cambios de ritmo, por lo que todos los avances morían en callejones sin salida.
El equipo rojo comenzó lentamente a animarse, a entrar en confianza, a sentir que no era nada más que un convidado de piedra destinado a sufrir goleadas en el Mundial y lanzó ataques aislados.
Collin Samuel se deshizo varias veces de sus marcadores con rápidos desplazamientos en un intento por construir alguna jugada profunda, pero tampoco encontró eco en sus compañeros.
En otros momentos fue el juego brusco aplicado por los caribeños, al límite del reglamento y con riesgo para la integridad física del adversario, lo que frenaba la embestida de los nórdicos.
Pero la tolerancia del árbitro Shamsul Maidin, de Singapur, se terminó apenas iniciado el segundo tiempo cuando Avery John se arrojó a los pies de Christian Wilhelmsson en violenta maniobra y se ganó la primera tarjeta roja del Mundial.
Con 10 hombres se esperaba que pudiese flaquear la férrea resistencia de los caribeños, pero el moreno Cornell Glen hizo enmudecer a los suecos cuando disparó de media distancia e hizo estrellar el balón en el hierro del travesaño.
Los suecos seguían atacando de manera frontal, con pelotazos anunciados, sin sorpresa y permitían que la defensa de una de las cenicientas del Mundial se escalonara con inteligencia para evitar la caída de su valla.