Tercer Foro Monarca
En noviembre de 2001 hubo una magna reunión en los límites de los estados de México y Michoacán en la que se anunciaron importantes medidas para garantizar la calidad de vida de la población local y el buen estado de los bosques que conforman la reserva de la biosfera adonde llega cada año la mariposa Monarca.
La ceremonia la encabezó el presidente Vicente Fox, acompañado por los gobernadores de ambas entidades, secretarios de Estado, organizaciones no gubernamentales, científicos y población de la zona. También se prometió el "sellamiento" de la reserva por la fuerza pública, a fin de que los talamontes no sigan cortando árboles y poniendo en peligro la existencia del símbolo de la cooperación ambiental entre México, Estados Unidos y Canadá. Cada año millones de monarcas vuelan 5 mil kilómetros desde este último país en busca de los bosques de oyamel de Michoacán y el estado de México. Aquí invernan casi cinco meses.
Un primer fruto de ese "sellamiento" fue la detención de un conocido delincuente, Amado Estrada, El señor de los bosques. En cuanto a los recursos económicos, se prometieron los suficientes para elevar los ingresos de 12 mil ejidatarios y comuneros que viven en 37 municipios de la región y de esa forma convertirlos en los mejores aliados de la conservación. Más de 100 millones de pesos se destinarían también a mejorar las viviendas, la red de agua potable, los servicios de salud y educación, así como la creación de empleos vía el ecoturismo.
Algo falló, porque en 2003 las autoridades dijeron que la reserva de la biosfera estaba virtualmente en poder de los delincuentes, mejor armados y coordinados que la fuerza pública responsable de garantizar el buen estado ambiental de la reserva y su zona de amortiguamiento.
Para nadie era un secreto cómo funcionaba el aparato de deforestación y comercialización de la madera en los municipios de Angangueo, Zitácuaro, Ocampo y Ciudad Hidalgo. Se supo entonces que sumaban casi 25 mil las hectáreas de bosque arrasadas en poco más de dos décadas, de tal forma que, si las cosas seguían así, en unos cuantos años más la mariposa no tendría adónde llegar a invernar. Nuevamente el gobierno anunció medidas para combatir a los delincuentes y a sus cómplices en las esferas oficiales y en las comunidades. La pobreza, se repitió entonces, era factor clave para que los capos de la madera pudieran actuar con tanto éxito.
Al año siguiente, se reconoció otra vez la impunidad con que actuaban los talamontes, la falta de recursos humanos y técnicos para erradicarlos de la región, la situación de pobreza que seguía imperando en las comunidades agrarias y hasta la falta de coordinación entre las instancias oficiales para llevar a buen término los programas aprobados tantas veces.
Ahora, a medio año de que termine la administración que prometió garantizar el buen estado de la reserva de la monarca y mejorar la calidad de vida de la población local, se informa que siguen los problemas agrarios y de otro tipo y que, como fruto de éstos se perdieron 400 hectáreas boscosas en el año anterior. Que se "aruinaron" cinco años de trabajo en la región. Esto se dijo durante el tercer Foro Monarca, presidido por el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, los gobernadores de Michoacán, y del estado de México y por el embajador de Estados Unidos en México.
Decenas de lugareños se quejaron en dicho foro de que no les llegan los apoyos prometidos por las entidades oficiales y algunas instituciones privadas, como la Fundación Hewlett Packard y el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Se reconoció, por enésima ocasión, que sin la colaboración de los campesinos es imposible garantizar el hábitat de la mariposa y que existen 100 denuncias penales contra talamontes.
Como en ocasiones anteriores, se anunciaron en el foro medidas y recursos para elevar la calidad de vida de miles de familias campesinas que viven en la región donde se encuentra la reserva de la mariposa Monarca. Ahora sí, a terminar con la pobreza y la división entre las comunidades, a desalentar la destrucción del bosque, a poner en su lugar a los talamontes. No lo dudamos: el gobierno del cambio cumple lo que promete.