Usted está aquí: lunes 12 de junio de 2006 Deportes Cosas del Futbol

Cosas del Futbol

Josetxo Zaldúa

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Cuando el Tri se pareció al Tri, y fue en el complemento, el futbol mexicano se disfrutó... y ganó. Del hosco primer tiempo, que de todos modos sirvió para ablandar a Irán, se pasó a una segunda parte dominada por, sobre todo, el brasileño-mexicano Sinha, el hombre que dio ritmo y pausa a la selección.

Inmensos también Márquez y Bravo, aunque la verdad es que todos rayaron a muy buen nivel. Hermosa la imagen final del juego, cuando Oswaldo Sánchez se arrodilló bañado en lágrimas y mirando al cielo. Todos los jugadores se fueron sobre él. Bellísimo cuadro.

En el recuerdo quedan las ofensivas palabras de Ricardo el loco La Volpe hace poco más de una semana. Personaje frontal -por eso también choca en un medio como el nuestro-, el argentino que lleva cuatro años con el equipo ha enfrentado y superado los ataques organizados y dirigidos por los cronistas de Televisa, cuya apuesta siempre fue Hugo Sánchez.

La Volpe se atrincheró en su fuerte carácter y, sobre todo, en sus jugadores. Estos no dudaron en apoyarlo cuando decidió dejar fuera del equipo al también rijoso Cuauhtémoc Blanco.

En el Mundial nunca hay equipos fáciles. Por algo se encuentran ahí. El ejemplo es Trinidad y Tobago, que con 10 jugadores durante el segundo tiempo desesperó y empató con la potente Suecia.

Igual sucedió con Irán. Al término del primer tiempo el equipo mexicano no sabía a qué jugar. Sinha cambió la cara del equipo en la continuación y se dio el lujo de iniciar y culminar la jugada que mató al conjunto iraní.

La película mundialista apenas ha empezado y ganar iniciando es fundamental. Toca la siguiente estación, Angola, que se estrena en la justa. Amargó el partido a sus colonizadores portugueses, cuyos jugadores terminaron suplicando al árbitro pitara el fin del encuentro.

México no la tendrá fácil cuando enfrente a los africanos. Lo más importante es que los jugadores sigan imbuidos con el aguerrido espíritu de La Volpe, con su permanente estado de insatisfacción. Es el mejor camino hacia el triunfo.

La lógica dice que México y Portugal deben pasar a la ronda siguiente. Ojalá esa señora tenga razón.

 
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