Luis Figo hizo una magnífica jugada para dar el pase a Pauleta, quien marcó el gol
En partido gris, Portugal inició con un triunfo sobre Angola su camino mundialista
Los aficionados lusitanos reprobaron con silbidos la excesiva especulación de su equipo
Ampliar la imagen El portugués Costinha (izquierda) despeja ante el acoso de Mateus Foto: Ap
Colonia, 11 de junio. La selección de Portugal inició con autoridad y paso firme su campaña en el Mundial de Alemania 2006 (grupo D), al batir 1-0 a Angola, en un partido gris, salvo cuando el lusitano Luis Figo lo iluminó con su talento, gracias a un pase al goleador Pauleta.
El tanto del triunfo fue marcado por Pauleta al minuto 4, tras una rápida e inteligente maniobra de ataque encabezada por el centrocampista del Inter de Milán.
Los portugueses ocupan la cima de la serie con tres puntos, al igual que México, que venció la tarde del domingo a Irán por 3-1, aunque el Tri tiene mejor diferencia de goles.
El estadio de Colonia lució colmado de espectadores para ver un choque rodeado de matices extrafutbolísticos, ya que Angola fue colonia del imperio portugués, hasta su independencia en 1975, tras 400 años de sometimiento y esclavitud.
Esta fue la tercera vez que Portugal y su ex colonia se vieron las caras en el campo de futbol, si bien hasta ahora el marcador había favorecido con creces a los lusitanos.
En los partidos anteriores, Portugal se impuso 6-0 en 1989 y 5-1 en 2001, en Lisboa, en un cotejo que acabó 20 minutos antes del cierre regular porque los angoleños se quedaron con seis hombres por una lesión y cuatro tarjetas rojas.
Los granates lusitanos supieron construir una supremacía en las acciones, mediante un manejo sobrio del balón, pero los espectadores imparciales reprobaron con silbidos la excesiva especulación con el resultado que demostraron en la parte final del encuentro.
El único angoleño que supo en algunos momentos aislados llevar el estandarte de su equipo fue Fabrice Akwa, pero era un llanero solitario, condenado a marcaciones escalonadas de la defensa rival.
Quien estuvo con los motores prendidos a pleno fue Figo, el veterano que volvió a la selección para darle el adiós en un Mundial, en cuyo debut demostró por qué es uno de los grandes del balompié.
Administró el balón con criterio e inteligencia, hizo la pausa justa para que sus compañeros llegaran a tiempo al lugar indicado antes de habilitarlos y fue el artífice de la bonita jugada del gol.
Así sucedió en el inicio del partido, cuando Figo capturó un rebote en tres cuartos de cancha y arrancó a toda velocidad contra el arco angoleño, con la astucia de dejar atrás al lateral Jamba con un autopase y evitar el bloqueo del arquero Joao Ricardo.
El jugador del Inter de Milán observó la entrada libre de Pauleta por el centro del área, sin marcaciones a la vista, y le sirvió en bandeja el pase para que el delantero del París Saint Germain pudiese alojarla en el arco desguarnecido.