Intentan que los votantes den un giro radical: experto
Las campañas sucias no espantan a los electores
Si acaso consolidan el voto duro, dice funcionario del IFE
Ampliar la imagen Trabajadores del IFE muestran el sobre cerrado con el disco de la información que se utilizará para almacenar los datos de las votaciones del 2 de julio, durante la sesión extraordinaria de ayer en el instituto Foto: Cristina Rodríguez
Las campañas sucias en los procesos electorales no desalientan la participación ni promueven el alejamiento ciudadano de las urnas. Sin embargo, son características de los partidos en el poder que pretenden combatir y revertir las preferencias electorales a una oposición cuyo eje central es la idea del cambio, con el fin de restarle eficacia o alcances.
Para Víctor Manuel Durand, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM , "si en 2000 el PRI hubiera promovido una campaña contra el cambio que proponía el panista Vicente Fox, como ahora el PAN contra Andrés Manuel López Obrador, quizá habría sido otro el resultado, pero no ocurrió así".
Según el director de Capacitación y Educación Cívica del Instituto Federal Electoral, Hugo Concha, la politización que se ha alcanzado en el país ha permitido que los mensajes que intentan infundir temor hacia alguna opción política tengan poco efecto. "¿Realmente asusto diciendo: 'no votes por alguien'?, creo que eso es subestimar demasiado a la población. A veces cuando se piensa en lo macro se minimiza la capacidad de decisión de la población".
Concha se refirió a la orientación de las campañas del IFE para promover el voto, principalmente entre los jóvenes, cuyos niveles de abstencionismo en los pasados comicios fue más elevado que el resto de los estratos de edad.
Las campañas sucias -valora Durand- que descalifican las ideas del cambio, no son propias de los partidos de derecha, pueden ser de cualquier espectro ideológico, pero casi invariablemente tienden a contrarrestar la fuerza de un candidato o partidos cuyo discurso central se basa en la idea de dar un viraje en la conducción de un país.
El objetivo central, sin duda, es tratar de modificar las preferencias en los indecisos, pero su efecto colateral es que necesariamente consolidan el voto duro de los partidos en liza. Sin duda, con estas campañas, el voto duro de panistas y perredistas sencillamente se consolidará, con la salvedad de que desata mayor encono en las contiendas.
A todos queda claro que los espots actuales representan un juego sucio, nadie puede imaginar que eso es juego limpio, pero más que abstencionismo, creo que lo que buscan generar estas campañas son los famosos swings en las intenciones del voto, es decir, el cambio en las preferencias electorales de los indecisos.
En consideración de Concha, los mensajes agresivos no desmotivan al grueso del electorado, quien tiene decidido ya qué votará y lo hará independientemente de los mensajes que pueda recibir.
"Creo que cuando se analice el sistema que tenemos de financiamiento público, valdría la pena discutir si es necesario gastar tanto en campañas que simplemente saturan y mal informan a la ciudadanía. Es algo que hay que poner en la mesa."