La actuación de los europeos ha sido una de las mejores exhibiciones del Mundial

República Checa le dio una repasada a Estados Unidos

Antes del partido George W. Bush dijo a sus futbolistas que no podía esperar para verlos ganar

Con dos goles, Rosicky fue la figura

Los checos, efectivos al frente y sólidos en la zaga

AGENCIAS

Gelsenkirchen, 12 de junio. En lo que ha sido la mejor exhibición del Mundial 2006 hasta ahora, la República Checa le dio una buena repasada a Estados Unidos, para golearlo 3-0 y ponerse a la cabeza del grupo E.

Antes del encuentro, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se comunicó por teléfono con el seleccionado de su país, para solicitar a los futbolistas que jugaran duro y decirles que no podía esperar para "verlos ganar", informó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

Pero en la cancha, los estadunidenses se toparon con una máquina bien aceitada, que hizo lo que quiso con ellos.

Los goles fueron obra de Jan Koller, a los cinco minutos, y de Tomas Rosicky, a los 36 y 76.

Aunque pudo ser un marcador de escándalo, porque los checos jugaron por nota. No sólo fueron efectivos, a ratos espectaculares a la ofensiva, sino que no mostraron debilidades en el cuadro bajo. En pocas palabras, fue una tunda, un nocaut.

Todo empezó a pedir de boca para los europeos. Apenas a los cinco minutos, en una de tantas llegadas por la derecha, Zdenek Grygera centró hacia el área chica al gigante Jan Koller, quien con sólido cabezazo a quemarropa batió a Kasey Keller para el 1-0.

Estados Unidos, algo nervioso y aturdido por el tempranero golpe, se asentó en el terreno, más o menos secó a Pavel Nedved y Karel Poborsky y, sin otra opción, tuvo que tomar la iniciativa ante el consentimiento del equipo checo.

Pero la escuadra de Bruce Arena fue escasamente productiva. Tuvo más tiempo la pelota, pero no logró llevarla con peligro a la meta de Petr Cech, cuyo mayor susto fue un tiro lejano de Claudio Reyna, a los 27 minutos, que se estrelló en el poste.

República Checa canjeó el balón por la tranquilidad y el absoluto control del partido, en espera de un descuido, un error, un contragolpe que le abriera la puerta hacia otra anotación que le asegurara los tres puntos.

En una jugada bien armada, a los 36, en la que el balón pasó por toda la ofensiva, la defensa estadunidense rechazó el centro, pero Rosicky tomó el rebote y sacó violento y lejano derechazo que se incrustó espectacularmente junto al poste derecho, lejos de Keller, para el 2-0.

El técnico Arena hizo ajustes para el segundo tiempo, al ingresar a John O'Brien y Eddie Johnson, sin embargo su equipo fue eclipsado por completo. Carente de poder ofensivo, Estados Unidos no encontraba resquicios en la defensa checa y era más fácil ver un tercer gol antes que el descuento.

Con el rival completamente perdido, los europeos volvieron a coquetear con el gol con otro tiro magistral de Rosicky, quien lanzó un lejano disparo que se estrelló en el travesaño.

El merecido 3-0 llegó a los 76, cuando Nedved filtró a Rosicky, éste escapó por el centro y a la salida de Keller tocó el balón a la derecha para redondear una noche perfecta sobre un vulnerable equipo estadunidense.