Arrancó sin recursos materiales ni humanos, sostiene análisis de funcionarios
Opera en forma irregular programa de adultos mayores de la Sedeso
El Programa de Atención a Adultos Mayores de Zonas Rurales (PAAM), a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), funciona de manera irregular desde su inicio. Un balance elaborado por funcionarios de la dependencia permitió establecer que desde 2003, cuando empezó a operar, se lanzó sin contar con recursos humanos y materiales que permitieran verificar que los empadronados se situaran en el umbral de la pobreza alimentaria, como exige su ejecución.
Así, la Sedeso registró un total de solicitudes aproximadamente tres veces superior a lo estimado, lo que "complicó la tarea de realizar una buena selección de beneficiarios" y provocó "desequilibrios en la entrega de recursos". Además, en 2004 -cuando empiezan a surgir denuncias de legisladores de PRD y PRI por el uso electoral- se aplicaron las reglas de operación correspondientes a 2003.
En tanto, en junio de 2004 la Sedeso admitió que de 15 mil 455 expedientes de adultos mayores, 6 mil 549 presentaban datos incompletos y "deficiencias de elegibilidad", lo que les impedía, al día 30 de ese mes, enviar los apoyos correspondientes.
De acuerdo con el documento Propuesta de mejora del Programa de Atención a Adultos Mayores a cargo de la Sedeso, elaborado por los servidores públicos adscritos a la dependencia Erika Ayala, Eduardo Gutiérrez Ramírez, César Nájera Tijera y Armando Víquez Conde -presentado en un diplomado sobre innovación gubernamental en la Escuela de Graduados en Administración Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey el año pasado-, el esquema, desde su creación, "presenta aspectos que todavía no están debidamente consolidados".
Además, con el PAAM -que surgió como parte de los compromisos del Acuerdo Nacional para el Campo, suscrito el 28 de abril de 2003 entre el gobierno federal y 34 organizaciones campesinas, sociales y de productores- no se cumplió la determinación de otorgar, en un mínimo de tres exhibiciones, 2 mil 100 pesos anuales de apoyo a quienes se incorporaron a él. Unos recibieron el monto total, otros mil 400 pesos y el resto 700.
Como el programa operó sólo durante el último trimestre de hace tres años, la Sedeso realizó -según sus representantes- "una precipitada operación", sobre todo en "la selección de beneficiarios y la entrega de recursos". Es decir, careció de un proceso "ordenado y consistente".
En el documento se admite que "la intervención de las organizaciones sociales en las tareas de promoción influyó de manera negativa en la asignación de recursos, pues se recibió un total de solicitudes tres veces superior a lo estimado, y esta acción complicó la tarea de realizar una buena selección de beneficiarios".
Por eso se planteó la necesidad de modificar las reglas de operación en 2004, y esa actividad hizo que los ajustes necesarios se presentaran en el Diario Oficial de la Federación hasta el 30 de septiembre (de ese año), cuando para otros programas se publicaron durante los primeros meses.
Ese retraso repercutió para que durante ese ejercicio "no se asegurara una operación eficiente y eficaz del programa". No se realizó ni una promoción mínima del mismo, lo que produjo una reducción del presupuesto y, por ende, del universo
de selección y atención de beneficiarios, de manera "considerable". Y una vez más se deja pendiente el sondeo para conocer la situación económica de las localidades beneficiarias, además de una "reducción del apoyo promedio mensual" de 700 pesos cada 30 días a 2 mil 100 anuales.