Casi 6 millones de mexicanos viven sin ese servicio, afirma el Banco Mundial
Pese a los ingresos petroleros, el gobierno no electrificó zonas pobres
Desde 2005 no hay programa de electrificación rural ni se alcanzó la cobertura para 2006
Mientras el gobierno mexicano se beneficia de los más elevados ingresos petroleros en varias décadas, las comunidades más atrasadas del país, sobre todo en la región sur-sureste, deben esperar para tener servicios energéticos básicos.
Un informe del Banco Mundial aseguró que la meta fijada por el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada de prácticamente concluir la electrificación de las comunidades pobres de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Chiapas deberá esperar para mejores tiempos, entre otras cosas por problemas presupuestales.
''Desde 2005 no hay ningún programa de electrificación rural, mientras que el objetivo de cobertura fijado por el gobierno para 2006 (que 98 por ciento del país tuviera electricidad) no ha sido alcanzado'', indicó el organismo.
Según el Banco Mundial, casi 6 millones de personas viven sin electricidad, sobre todo en los estados del sur y sureste. Dada la tendencia actual, esta cifra puede crecer 20 por ciento en la siguiente década. El Banco Mundial estimó que 60 por ciento de los mexicanos sin electricidad son indígenas.
En un reporte en el que describe un proyecto para la electrificación en zonas rurales del país, el Banco Mundial consideró que México ha logrado una cobertura en este servicio de alrededor de 95 por ciento. ''Sin embargo, todavía hay unas 5.96 millones de personas sin servicio de electricidad que viven predominantemente en zonas rurales de los estados sureños de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz, donde el promedio de electrificación es de 88 por ciento''.
Esta situación ocurre mientras cifras del gobierno mexicano, que no son consideradas en el reporte, indican que entre 2001 y 2005 la administración federal obtuvo más de 200 mil millones de pesos de ingresos no previstos que se derivan del alto precio en el petróleo de exportación.
De acuerdo con el Banco Mundial, llevar el servicio de electricidad a la población que no lo tiene todavía es un reto significativo, debido a que esas personas viven en comunidades pequeñas, remotas y aisladas. Hacia delante, añadió, la población que no tiene electricidad se estima que aumentará 20 por ciento en la próxima década, desde el universo actual. A la vez que la falta de electricidad afecta mayormente a comunidades indígenas.
''Tradicionalmente, esas comunidades que no tienen electricidad también carecen de otros servicios básicos e infraestructura, como caminos, agua, telecomunicaciones, educación y salud. Se estima que 70 por ciento de la población en extrema pobreza está concentrada en esos estados del sur'', añadió.
El Banco Mundial recordó que en 2000 el gobierno de México expresó el compromiso de incrementar la cobertura de electrificación a 97 por ciento en 2006 y en particular de que fuera a través de programas de energía renovable.
''Al terminar 2005, no existe un programa de electrificación rural en marcha y la meta de incrementar la cobertura hasta 97 por ciento en 2006 no ha sido alcanzada debido a limitaciones de orden institucional, programático y fiscal'', agregó.
Una de las principales limitaciones para poner en práctica un programa nacional de electrificación rural, abundó, ha sido la naturaleza y funcionamiento de políticas de descentralización puestas en práctica a partir de 1996.
Estas políticas, añadió, transfirieron la administración de los recursos federales para desarrollar infraestructura social del gobierno central a los estados y municipios. Como consecuencia, las funciones de programación y ejecución para desarrollar programas de electrificación fueron trasladadas de la Comisión Federal de Electricidad directamente a los gobiernos municipales.
El proyecto del Banco Mundial para facilitar la planeación a escala municipal y sobre todo de planes de energía renovable, será discutido por el directorio de ese organismo la próxima semana.