Balance de la Jornada
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No es gratuito que a Croacia le hayan endilgado el mote de Brasil de Europa. En el esperado debut de la verdeamarelha en el Mundial germano el juego recio de los balcánicos impidió que brillara la millonaria constelación de estrellas.
Sin embargo, Brasil pudo sortear a su principal enemigo de grupo y todo indica que se dispone a desplegar el anhelado jogo bonito ante Corea de Sur y Togo. Obtuvo un triunfo de arranque, y por apretado que sea, siempre será la llave mágica que libera la tensión, más aún en el equipo que acapara la mirada del mundo.
Francia, monarca en 1998, tuvo un decepcionante debut y poco faltó para que cayera ante el mejor desempeño del representativo suizo, rival con el que también empató en el par de juegos entablados durante la eliminatoria. Ambos sostienen una especie de clásico regional donde la prioridad parece ser simplemente no perder.
El equipo galo, para muchos uno de los favoritos, está a punto de provocar la caída de sus momios con un mediocre accionar y un plantel envejecido, donde los refuerzos lucen poco prometedores. El empate resultó no sólo salomónico, sino también comodino, pues a ambos les bastará imponerse a Corea del Sur y Togo para ubicarse en la siguiente fase.
La lesión de Jared Borgetti dará pie para que Guillermo Franco juegue por fin donde mejor se acomoda y, quién lo dijera, esta desgracia soluciona el dilema al técnico La Volpe. Ojalá el Guille se sacuda el fantasma del Villarreal-Arsenal, donde tantas veces acarició el gol sin conseguirlo. La revancha está puesta en mejor escenario.
Lo preocupante es que la baja de Borgetti se suma al pobre nivel de Gerardo Torrado, de José Antonio Castro y al del hasta ahora vacacionista, el yerno Rafael García. Pável Pardo y Gonzalo Pineda están quedando a deber, pero dan la sensación de que pueden mejorar.
De momento el problema no está de cara al juego contra Angola, un país aquejado por muchos problemas extrafutbol, con varios elementos no profesionales y para quienes su gran triunfo es haber llegado a la cita alemana.
El árbitro Armando Archundia hizo un buen papel en el exigente partido Brasil-Croacia, estuvo atento y cerca de las jugadas, y al igual que Marco Rodríguez (Inglaterra-Paraguay), mantiene el sueño de llegar a las rondas finales.